Omella subraya que es urgente vacunar en los países menos desarrollados: "Es necesario un compromiso global"
El presidente de la CEE ha recordado este lunes que todavía hay algunos países "en los que su población vacunada no llega al 10%"
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En España se han administrado ya 89.270.000 dosis de la vacuna, o lo que lo mismo el 90% de la población ya tiene las dos dosis puestas. Lo que contrasta mucho, por ejemplo, con el caso de Somalia. En el país africano, solo se ha administrado 1.610.000 de dosis, no llega al 6 % de la población.
Los riesgos de mantener a la mayor parte de la población sin vacunas contra el coronavirus no solo tienen que ver con la salud de sus propios habitantes. Con eso se permite que el virus siga circulando, mutando y dando lugar a nuevas variantes.
La Organización Mundial de la Salud ya lo ha advertido: esto no terminará para todos hasta que todos estemos vacunados. Y lo decían haciendo un llamamiento especial a las primeras potencias, para que adquirieran un compromiso político y social todavía mayor con los países que no tienen recursos para poder administrar las vacunas.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el card. Juan José Omella, ha subrayado como “aún hay países en los que su población vacunada no llega al 10%”.
El arzobispo de Barcelona ha recordado que “para controlar la pandemia es necesario un compromiso global de la comunidad internacional para que toda la población mundial tenga acceso a los tratamientos adecuados”
El mensaje del Papa Francisco
El Papa Francisco lo ha tenido siempre claro, y por ello ha insistido en reclamar a los países más desarrollados y a las élites un plan de vacunación para los territorios con menos recursos.
El pasado 10 de enero, el Santo Padre pidió a la Organización Mundial de Comercio y la de Propiedad Intelectual adecuar las instrumentos jurídicos para que las reglas monopólicas no obstaculicen la producción y acceso universal a la vacuna contra la covid-19.
"Sería conveniente que instituciones como la Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual adecuen sus propios instrumentos jurídicos, para que las reglas monopólicas no constituyan ulteriores obstáculos a la producción y a un acceso organizado y coherente a los tratamientos a nivel mundial", señaló el Papa en un discurso para felicitar el año nuevo a los embajadores acreditados ante la Santa Sede.
En su intervención, el obispo de Roma constató "con dolor" que, en extensas zonas del mundo, "el acceso universal a la asistencia sanitaria sigue siendo un espejismo". "En un momento tan grave para toda la humanidad, reitero mi llamamiento para que los gobiernos y los entes privados implicados muestren sentido de responsabilidad, elaborando una respuesta coordinada a todos los niveles (local, nacional, regional y global), mediante nuevos modelos de solidaridad e instrumentos aptos para reforzar las capacidades de los países más necesitados", exhortó el Santo Padre.