Los sacerdotes que perdonan pecados que solo el Papa puede perdonar: "Hemos recibido una misión especial por parte de Francisco"
Fernando Suárez, sacerdote de la Diócesis de Córdoba, explica en 'Ecclesia al Día' cuál es la función de los Misioneros de la Misericordia

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Este fin de semana ha tenido lugar en Roma el sexto gran evento de este año jubilar: el Jubileo de los Misioneros de la Misericordia. Ha reunido a más de 500 sacerdotes de distintos países. Pero, ¿qué es eso de los Misioneros de la Misericordia? Se trata de un grupo de sacerdotes que, por ejemplo, pueden perdonar pecados que solamente podría perdonar el Papa.
El ministerio de Misionero de la Misericordia fue instituido por el Papa Francisco en el año 2015, con ocasión de ese año santo extraordinario de la Misericordia. Actualmente hay más de 1.200 sacerdotes instituidos por todo el mundo y es un número que se encuentra en permanente aumento.
Este lunes hemos conocido en 'Ecclesia al Día' a Fernando Suárez que, además de ser sacerdote en la Diócesis de Córdoba, es uno de esos Misioneros de la Misericordia. Él explica qué son los Misioneros de la Misericordia: “Somos sacerdotes que hemos recibido una misión especial por parte del Papa. Todos los sacerdotes somos Ministros de la Misericordia, pero de forma especial el Papa quiso enviar a un grupo de sacerdotes para que vayan a anunciar la misericordia”.
PERDONAR PECADOS AL NIVEL DEL PAPA
Los Misioneros de la Misericordia tienen la potestad de perdonar pecados que solo el Papa podría absolver: “Hay ciertos pecados, sobre todo los relacionados con los sacramentos, que son pecados muy graves. Entonces, el Papa tiene reservado el poder perdonar ese tipo de pecados”, asegura Fernando Suárez.
“Antes había que hacer un proceso muy largo de ir a la Penitenciaría, pedir ese perdón... Y el Papa, al enviar a estos sacerdotes, pues tenemos la potestad de perdonarlos en el mismo momento en el que el penitente se arrodilla y pide perdón”, relata.
“Hay personas que desesperan del amor de Dios y nuestra tarea es anunciarles que el amor es gratuito y total. El amor de Dios se da a aquella persona que quiera abrirle su corazón, incluso en aquellas situaciones más difíciles es posible experimentar la misericordia de Dios y es posible recibir su amor, señalaba el sacerdote.