El testimonio de María del Carmen, con un trabajo estable gracias a Cáritas: "Mi vida dio un giro importante"
Tras realizar un itinerario personalizado de inserción que incluyó una etapa de formación, María del Carmen consiguió incorporarse al mercado laboral
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María del Carmen está casada y tiene dos hijos de 19 y 16 años. Trabaja como dependienta en un supermercado en la ciudad de Cádiz gracias a la formación que recibió en la Escuela de Formación de Cáritas enfocado en grandes almacenes. Llegó a Cáritas a través de su parroquia y allí la derivaron al Programa de Empleo de Cáritas Cádiz. Tras realizar un itinerario personalizado de inserción que incluyó una etapa de formación, María del Carmen consiguió incorporarse al mercado laboral.
“Mi situación era un poco complicada porque estaba trabajando en ayuda a domicilio con personas mayores en labores del hogar; pero era una situación difícil porque en ese sector ni te contratan y está todo fuera de contrato”, cuenta María del Carmen a Cáritas. Hay muchísimas mujeres en Cádiz que se dedican a este tipo de labores y así se hace muy complicado “encontrar una casa y a alguien que confíe en ti para meterse en su casa”.
Cuando ya empezó a ser atendida por Cáritas, empezó un curso “que constaba de una parte teórica y otra práctica. En el curso alguien se dio de baja y pude entrar. A partir de ahí nos formaron a todos los que estábamos en el curso”.
Ahora la situación ha mejorado: María del Carmen tiene un trabajo estable donde se siente realizada. Sobre todo se siente valorada: “Antes yo veía que trabajaba mucho, pero mi recompensa era muy poca”. Su vida ha dado un giro importante tras ser contratada en el supermercado: “Estoy en una buena empresa, con posibilidades de quedarnos fijas porque eso nunca se sabe. Mi situación ha cambiado mucho y para bien”.
“Todo el mundo me ha ayudado. Y una cosa que a mí me llamó mucho la atención y que para mi fue muy importante es que nadie me decía ‘no’. Todo el mundo me decía: “no te preocupes que lo vamos a intentar”, “ya verás que tú sí puedes”. Eso a mí me animaba mucho. Yo con la edad que tenía para entrar en el mundo laboral cotizando… la verdad es que mi valoración es excelente”, recuerda María del Carmen.
Ahora el sueño de María del Carmen es poder viajar a Bangkok de vacaciones: “No sé si algún día lo conseguiré. Si Dios quiere, cuando esté fija en esta empresa, pueda ahorrar un poco y mis hijos sean ya dos hombres grandes, les diré: “pues ahora me voy a Bangkok y me voy con las maletas vacías para traerlas llenas””.