Víctimas de abusos tras el encuentro con el cardenal Omella: "Hemos sido escuchados, cosa que agradecemos"

La Asociación Infancia Robada pide al presidente de la Conferencia Episcopal Española que colabore con el Defensor del Pueblo en su investigación sobre los abusos en la Iglesia

El cardenal Juan José Omella se reúne con representantes de la Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR)

Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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Uno a uno. Así ha recibido el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal, a las quince víctimas de la asociación Infancia Robada con las que se ha reunido este miércoles 23 de marzo.

Tras casi cuatro horas de encuentro en la sede de la Conferencia Episcopal, la portavoz y miembro fundador de la asociación, Ana Cuevas, ha asegurado a los medios de comunicación: “Hemos sido escuchados, cosa que agradecemos. Porque no es lo mismo conocer los casos desde fuera a que te los cuenten en primera persona. Al cardenal le ha llegado y esperamos que a partir de ahora haya un antes y un después”.

Las víctimas han querido agradecer el encuentro con el cardenal Omella, porque para ellas la escucha es clave para “obtener verdad, justicia, reparación y acompañamiento de las víctimas supervivientes de abusos sexuales en el ámbito eclesiástico”.

El cardenal Juan José Omella se reúne con representantes de la Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR)

Animan a seguir con reponsabilidad y eficacia

Pese a que no es la primera reunión que esta asociación y otras víctimas tienen en la Conferencia Episcopal Española, Infancia Robada ha agradecido “este paso al frente” que animan a seguir “con responsabilidad y eficacia, abriendo sus archivos y aportando toda la información necesaria para depurar responsabilidades”.

En este punto, la asociación ha asegurado que representa a una “60-80 víctimas —algunos son familiares de fallecidos— y han instado al episcopado a “colaborar con la figura del Defensor del Pueblo”, en la que deposita su confianza “en aras de esa verdad que permita reconocer esos derechos que durante tanto tiempo nos han sido negados”.

Según el comunicado leído por Ana Cuevas, las víctimas de Infancia Robada ven “en la figura del Defensor del Pueblo el modelo adecuado para llevar a cabo una investigación neutral, exhaustiva, exhaustiva y transparente, apoyada por un equipo de profesionales y supervivientes expertos en la materia”.

La portavoz, madre del menor que denunció por abusos a un profesor del colegio Gaztelueta, ha comunicado que “lamentan” que la CEE haya elegido al despacho Cremades & Calvo-Sotelo para realizar la auditoría de los abusos en la Iglesia, ya que “no podemos reconocer su autoridad debido a la existencia de intereses contrapuestos, al ser su presidente un miembro destacado del Opus Dei”.

Piden terapias e indemnizaciones

Además, en el comunicado han exigido “una condena rotunda, sin paliativos de los abusos, pidiendo un perdón público y sin excusas que venga avalado por todos y cada uno de los miembros de la Conferencia Episcopal y por los jerarcas de todas las congregaciones”. En este punto, han solicitado “terapias psicológicas y psiquiátricas reparadoras de por vida para los supervivientes” así como “una reparación económica por los daños causados y una indemnización. Estamos hablando de la Iglesia católica, no de un club de fans”, ha leído la portavoz de la asociación.

Ante las preguntas de los periodistas, Ana Cuevas ha subrayado que el cardenal Omella se ha comprometido a estudiar “posibles alternativas”, así como “la colaboración con el Defensor del Pueblo, a la que no han dicho que no”.

El cardenal Omella recibe a víctimas de abusos

“Una persona que empatiza”

No obstante, también en la ronda de preguntas, la portavoz ha agradecido nuevamente la escucha por parte del presidente del episcopado, “una persona que empatiza y que ha escuchado a todos esta tarde”.

Cabe destacar que el cardenal Omella ha despedido a las víctimas a la salida de la reunión, donde no ha hecho declaraciones dejándoles a ellas el papel protagonista.

506 denuncias

Precisamente, la Iglesia española ha recibido 506 denuncias sobre abusos sexuales en las oficinas diocesanas para la prevención de abusos a menores. En concreto, de los 506 casos, en 103 de ellos el acusado ya ha fallecido, aunque los casos se investigan. La mayoría de las denuncias, un total de 300, obedecen a asuntos ocurridos hace más de 30 años, y se refieren a sacerdotes, religiosos y laicos.