Así creó San Juan Pablo II las famosas y multitudinarias Jornadas Mundiales de la Juventud
La JMJ de Panamá es la número 32 de la historia de la Iglesia. Este recorrido de fe y juventud se debe a la figura de San Juan Pablo II en 1984
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Una semana. Ese es el tiempo que queda para la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Panamá de 2019. Del 22 al 27 de enero, miles de jóvenes de todo el mundo se encontrarán con el Papa Francisco. Alegría, oración, sentimientos y emociones, fervor y fe, rebeldía, Evangelio...juventud. Ese es el ambiente que se está preparando en Panamá para los próximos siete días. Sin embargo, otro dato interesante de la JMJ es que se va a tratar de la número XXXII en la historia de la Iglesia, y en el significado que ese número tiene.
Más de 30 ediciones de estas jornadas significan que la Iglesia ha ido en busca de los jóvenes, se ha desplazado por el mundo para compartir con ellos la fe, acercarles la Cruz de Jesús. Después de haber pasado por grandes ciudades de todo el mundo, como Sydney, Cracovia, Denver o Madrid, ¿qué es una JMJ?, ¿desde cuándo se celebra? ¿a quién se le ocurrió? La respuesta y el sentido de las Jornadas Mundiales de la Juventud apuntan hacia una misma persona y una visión increíble: la de de San Juan Pablo II cuando pensó y puso en marcha la primera JMJ hace 33 años.
El primer paso, en 1984
El año 1984 era para la Iglesia una ocasión especial. Se celebraba un Año Santo, que conmemoraba los 1950 años de la Redención de Cristo. Con motivo de este dato, el por entonces solo Papa Juan Pablo II convocó un encuentro de jóvenes el Domingo de Ramos. Las previsiones de asistencia se cifraban en 60.000. Sin embargo, ese día se congregaron alrededor de 250.000.
Al año siguiente, el Santo Padre decidió repetir la convocatoria para el Domingo de Ramos. En esa ocasión, la respuesta de los jóvenes también llegó lejos. Hasta en torno a 300.000 jóvenes se repartieron entre las iglesias de Roma para vivir una jornada de oración y catequesis. Después, todos se trasladaron a la Plaza de San Pedro para compartir la celebración con el Papa.
La repetición de una reunión tan grande de jóvenes en torno a la fe hizo pensar a Juan Pablo II. El resultado de su reflexión fue la institución de las Jornadas Mundiales de la Juventud en 1985, en principio, para esa fecha del calendario litúrgico, el Domingo de Ramos. En principio iba a ser solo un "encuentro diocesano multitudinario" en Roma...
El salto internacional
El éxito del encuentro de los jóvenes en la Ciudad Eterna sirvió también a Juan Pablo II para proyectar este gran fruto en el exterior. Por eso, decidió que, por cada encuentro diocesano en Roma, hubiese otro a nivel internacional cada dos o tres años. Tan sólo dos años después, en 1987, ese espíritu joven llegó a Buenos Aires, la primera JMJ en el extranjero y con más de un millón de asistentes.
El siguiente paso fue la visita de Juan Pablo II y los jóvenes a Santiago de Compostela en 1989. Esa JMJ sirvió además para ir consolidando el programa de estos encuentros: catequesis, la vigilia de oración y la Eucaristía de los jóvenes. Otro santuario iba a ser el próximo destino de la peregrinación. Czestochowa, en Polonia, patria del Papa, recibió esa oleada de juventud en 1991 y el re-encuentro de jóvenes del este y oeste de Europa tras la caída del muro de Berlín.
Desde Europa al mundo
Las primeras salidas de las JMJ tuvieron como destinos ciudades importantes para el cristianismo y para Europa. Sin embargo, el deseo de San Juan Pablo II era llevar y encender ese espíritu en todos los continentes. Esa es la razón por la que en 1993 la JMJ llegó a Estados Unidos, a Denver y, desde ahí, se afrontó la primera jornada en un país con dificultades económicas, en la ciudad filipina de Manila.
Posteriormente, la JMJ volvió al Viejo Continente en 1997 y en el año 2000, por el Gran Jubileo. Francia y Roma, lugar donde comenzó todo, fueron los emplazamientos. La JMJ se resentía entonces por la enfermedad de San Juan Pablo II, que comenzaba a hacerse presente en su vida. Eso no evitó que esa jornada se recuerde por su llamado a los peregrinos a ser "centinelas de la mañana". No obstante, la siguiente Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, en 2002, sería la última para el hoy santo.
Una "mirada contagiosa" para Benedicto XVI
Tras la muerte de Karol Wojtila el 2 de abril de 2005, el destino de las Jornadas Mundiales de la Juventud recaía sobre su sucesor. El cardenal alemán Joseph Ratzinger cogió el testigo como Sumo Pontífice y llevó adelante la JMJ, que cumplía su vigésima edición.
El primer destino que eligió Benedicto XVI para volver a llamar a la juventud fue Colonia. Esta ubicación, en su Alemania natal, es también un lugar importante para la cristiandad. En su catedral descansan las reliquias de los Reyes Magos. Tanto es así, que durante la JMJ de Colonia la adoración eucarística fue el punto central, teniendo como ejemplo la de Sus Majestades.
Benedicto XVI "se contagió" de la mirada de San Juan Pablo II para la siguiente convocatoria. Emplazó a los jóvenes a reunirse con él en 2008 en Sydney, Australia. Esta JMJ era la primera que se celebraba en el hemisferio austral y la segunda en el continente oceánico. Después, desde Australia, el papa germano visitó nuestro país en la JMJ de Madrid de 2011.
Francisco, con San Juan Pablo II en la memoria
Tras su renuncia en febrero de 2018, Francisco era quien recibía este don de la Iglesia. El actual pontífice ya acumula tres jornadas a sus espaldas, contando con la próxima en Panamá. El Santo Padre puso el pie en América Latina en la JMJ de Río de Janeiro en 2013, convocando a los jóvenes en la conocida playa de Copacabana. La siguiente, de 2016, tuvo un recuerdo especial para la persona a quien se le debe este recorrido.
Francisco volvió a convocar a la juventud del mundo en Cracovia, lugar de origen de San Juan Pablo II y de Santa Faustina Kowalska, una de sus santas favoritas. Además, el Santo Padre fue quien elevó a los altares a Karol Wojtila y nos lo regaló como San Juan Pablo II. En esa Jornada Mundial de la Juventud en Polonia llamó a los jóvenes a "levantarse del sofá" para ir a Panamá del próximo 22 al 29 de enero...siguiendo el espíritu y la increíble visión de San Juan Pablo II. Puedes seguir todo lo que pase en la JMJ de Panamá de 2019 en nuestro especial de Religión COPE.