Las Hijas de la Caridad, ayuda a pie de campo con los refugiados: "Tienen miedo porque su futuro es incierto"
Sor Petra trabaja junto con otras hermanas en la frontera entre Eslovaquia y Ucrania, "en el reparto de primeras necesidades como alimentos, ropa o medicamentos"
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“Ayudamos en la zona de la frontera por las que pasan, sobre todo las madres con sus hijos, pero sin sus maridos, porque ellos deben quedarse en Ucrania para luchar y eso toca mucho el corazón”. Así habla sor Petra, Hija de la Caridad que junto con otras hermanas han acudido a la frontera entre Eslovaquia y Ucrania para ayudar a los refugiados que huyen de la guerra.
Las Hijas de la Caridad trabajan estos días en el reparto de primeras necesidades como son “alimentos, ropa o medicamento”.
Sor Petra asegura que “ver a las mujeres llorando es muy triste, nos hablan del horror de la guerra por que muchos ya han pasado, porque vienen de la zona donde se lucha mucho de Arcos de Kiev. Tienen miedo porque su futuro es incierto”.
El Rosario, la herramienta más eficaz
De hecho, la hermana lamenta que “muchos no saben donde van a vivir y por eso toda la Familia Vicenciana se ha unido para para ayudarles”. Además de la ayuda material y económica, sor Petra pide que intensifiquemos la oración: “La ayuda más eficaz, además de la oración diaria del Santo Rosario”.
Desde los primeros instantes del estallido del conflicto en Ucrania, l"as Hijas de la Caridad han desplegado una cadena de solidaridad y de oración, fieles a su carisma".
Seguimiento de las familias de acogida
Por ejemplo, la Provincia de España Centro ha puesto en marcha una serie de acciones para ofrecer toda la ayuda posible a los desplazados y refugiados. En cuanto a la ayuda económica, se ha habilitado una recaudación de fondos para poder cubrir las necesidades básicas, “a través de la que se está comprobando nuestra inmensa generosidad”, expresan.
En la misma línea y en contacto y colaboración permanente con otras organizaciones de ayuda y con las instituciones públicas, las Hijas de la Caridad han ofrecido a la diócesis de Ávila su residencia ubicada frente al colegio Milagrosa – Las Nieves, en la zona sur de la ciudad, para que pueda ser utilizada para acoger a los refugiados que lleguen a Ávila.
Así mismo, se realizarán seguimientos de las familias de acogida que, generosamente, se dispongan a integrar en su núcleo familiar a alguna de estas personas desplazadas por la guerra.
"Las Hijas de la Caridad han estado, están y estarán siempre del lado de quienes más sufren y también unidas en oración por la paz, para que cesen lo antes posible estos enfrentamientos bélicos que constituyen un drama humanitario para todos", aseguran.