La lucha constante y silenciosa de Papa San Juan Pablo II contra el espionaje ruso

COPE.es entrevista a Antonio Pelayo, colaborador de Iglesia Noticia, que ha viajado con Karol Wojtyla durante todo su pontificado

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Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

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El Papa San Juan Pablo II fue, sin ninguna duda, uno de los personajes más importantes de la historia reciente. Un Papa que todavía hoy deja titulares, y que Antonio Pelayo, corresponsal en Roma para Atresmedia y colaborador de "Iglesia Noticia" de COPE ha definido como "magnético, fue una figura fundamental en la reciente historia humana".

Este viernes 8 de mayo, se ha estrenado el documental "Wojtyla: La Investigación". Un documental que ofrece en primicia los documentos y fotografías de los archivos secretos comunistas de Polonia, según los cuales el Papa San Juan Pablo II fue sometido a estrecha vigilancia y escuchas telefónicas desde 1946 y hasta su mismo pontificado.

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El archivo Mitrojin y la KGB en la vida de Karol Wojtyla

El colaborador de 'Iglesia Noticia' y corresponsal de Atresmedia en el Vaticano, Antonio Pelayo, ha contado para COPE.es que ya en el Archivo Mitrojin, una recopilación de notas escritas a mano realizada por Vasili Mitrojin, se detallan diversas operaciones de inteligencia llevadas a cabo por el Comité de Seguridad del Estado (KGB) de la antigua URSS durante la Guerra Fría. Refugiado en Inglaterra, Vasili entregó a los británicos 33 cajas de material sobre las operaciones de inteligencia del aparato soviético que incluyen el intenso espionaje contra Karol Wojtyla. Justo un día después de la elección de Juan Pablo II, el embajador soviético en Varsovia, Boris Aristov, envió a Moscú una carpeta con información detallada sobre el hasta entonces cardenal Wojtyla, un «peligroso y violento anticomunista» al que los servicios secretos habían seguido la pista. Que el Papa polaco fue objeto de espionaje por parte del KGB era algo ya conocido.

Ya en 1971, el SB - el KGB polaco - comenzó a vigilar los pasos del entonces arzobispo de Cracovia, por su «papel subversivo contra el Partido Comunista». Los discursos de Varsovia en mayo del 1973, el célebre de Nowa Huta del mismo año y el de Cracovia en noviembre del 74, colocaron al futuro Papa en la lista de culpables de sedición. La Inteligencia polaca denunció el apoyo de Wojtyla a elementos antisoviéticos y las posiciones anticomunistas de sus discursos.

Impresionados por la profunda vida espiritual del polaco - los informes que llegaban al KGB hablaban de un Papa que pasaba hasta ocho horas al día en recogimiento -, el aparato soviético aconsejó a Polonia no hacer concesiones ante el Pontífice.

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La matanza del bosque de Katyn y el atentado de Ali Agca

Además, según el colaborador de “Iglesia Noticia”, es muy probable que los agentes comunistas de la URSS sospechaban que, aún en la década de los años cuarenta, el futuro Papa tenía acceso a determinados documentos que implicaban a la Unión Soviética en la matanza del bosque de Katyn cometidos en mayo de 1940, y en la que fallecieron unas 22.000 personas.

Otra posible irrupción de la KGB en la vida de Karol Wojtyla fue el atentado de Mehmet Ali Agca. Según Pelayo todo indica que los “servicios secretos búlgaros era una cobertura del KGB y el mundo soviético lamentó que el atentado a Juan Pablo II no diese el resultado esperado”. Pelayo afirma que “los mismos investigadores sostienen que los búlgaros que protegían a Ali Agca eran agentes enviados por la KGB rusa, que consideraban una amenaza para su estabilidad política a Juan Pablo II, al ser un polaco anticomunista que ya tuvo problemas con las autoridades del país, por aquel entonces bajo dominio soviético”.

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El magnetismo de Papa San Juan Pablo II

Preguntado por la figura de este Papa que muchos años después de su muerte, todavía deja titulares. Pelayo subraya su “capacidad de ganarse a las masas, a las multitudes. He tenido la suerte de viajar con él por todo el mundo, y en cada sitio donde llegábamos había muchísima gente para esperarle, no importaba el Continente. Había un cierto magnetismo que te atraía hacia él. Fue una figura fundamental en la reciente historia humana”.

Por último, el corresponsal en Roma ha querido insistir también en la figura del cardenal Stanisław Jan Dziwisz. Fue secretario personal de Karol Wojtyla desde que empezó su trayectoria como cardenal de Cracovia. “Era una relación paterno-filial, era su hombre de confianza. No se separaba de él nunca, fue una figura clave en todos los anos de pontificado de San Juan Pablo II”, concluye Antonio.

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