Así fue el primer histórico viaje de un Papa a Latinoamérica

El 22 de agosto de 1968, y por primera vez en la historia un papa llegaba en tierras latinoamericanas. El Papa Pablo VI, el Sumo Pontífice número 262 de la Iglesia Católica llegaba a Colombia. Su mensaje de paz y el acercamiento con las comunidades más vulnerables fueron los ejes principales de esta visita.

Pablo VI, cuyo nombre de pila era Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, nació el 26 de septiembre de 1987, en la provincia de Brescia (Italia). Se convirtió en Sumo Pontífice el 21 de junio de 1963 y tuvo el reto de suceder a Juan XXIII; quien revolucionó la Iglesia Católica de la época, convocando al Concilio Vaticano II, una asamblea en la que se reunían obispos de todas partes del mundo y que, incluso, recibió observadores de iglesias como la ortodoxa, para dialogar sobre los problemas que golpeaban al mundo y la manera en cómo podían promover la fe católica. El nuevo jefe de esta iglesia no fue ajeno a las necesidades del pueblo y siguió el legado de su antecesor, vinculándose a este Concilio que fue clausurado en 1965.

El primer viaje de un Papa a Latinoamérica

Durante quince años, Pablo VI lideró la Iglesia Católica y el 22 de agosto de 1968 se convirtió en el primer Papa en pisar tierras colombianas. La visita se realizó en el marco de la versión número 39 del Congreso Eucarístico Internacional que se llevó a cabo en Bogotá, duró tres días y fue el primer gran reto de carácter internacional al que se enfrentó la televisión de Colombia porque debía informar al mundo los detalles del viaje papal.

Pablo VI llegó a Bogotá en un Boeing 707 y su recepción en el Aeropuerto El Dorado fue multitudinaria. Miles de personas acompañaron al Pontífice en todas las actividades que presidió.

Durante su visita, Pablo VI se reunió con el presidente de la época, Carlos Lleras Restrepo, ofició matrimonios, bautizos y primeras comuniones. En el barrio Venecia, ubicado al sur de la capital colombiana, visitó a algunos enfermos y ofició una misa que convocó a miles de personas. Además, en el municipio de Mosquera, se reunió con campesinos colombianos y de diferentes países de América Latina, que viajaron hasta Colombia para el encuentro con el Sumo Pontífice.

El mensaje de Pablo VI a todo el continente

El Papa Pablo VI sembró con ilusión la semilla del Evangelio y encomendó a los Obispos de toda América latina la tarea de aplicar de la mejor manera, en primer lugar, las orientaciones emanadas del Concilio Vaticano II, que apenas había concluido en 1965; y en segundo lugar, la acogida de la Encíclica Humanae Vitae, que él mismo acababa de publicar ese año, y para lo cual, invitó a los obispos, y la Iglesia en general, a “comprender bien la importancia de la difícil y delicada posición que, en homenaje a la ley de Dios, hemos creído un deber reafirmar”.

El mensaje central de su visita repudió la violencia y pidió especialmente la comprensión y el respeto entre la comunidad. Pablo VI se despidió de Bogotá diciendo: "¡No te decimos adiós, Colombia, porque te llevamos más que nunca en el corazón!".

El 19 de octubre de 2014, Pablo VI fue beatificado por el Papa Francisco, en una ceremonia que congregó a miles de personas en la emblemática Plaza de San Pedro.