La sorprendente revelación del Papa sobre el amor en la familia

En la Audiencia General de este miércoles 20 de febrero el Papa Francisco ha hablado sobre como el primer paso de toda oración cristiana es el de "introducirnos en el misterio de la paternidad de Dios". 

Centrado en su ciclo de catequesis dedicadas al Padre Nuestro, el Pontífice ha querido resaltar que: "Aunque hayamos tenido unos buenos padres nuestra experiencia familiar no es suficiente para entender esta paternidad, porque sabemos que todo lo humano, también el amor, es imperfecto ya que está sujeto al egoísmo personal y a los límites propios de nuestra condición de hombres y mujeres”.

Dios como "padre"

El Papa Francisco explicó que para entender el misterio de la paternidad de Dios, es necesario saber hasta que punto Dios es nuestro Padre. Para ellos, debemos partir de la figura de nuestros padres, pero a la vez tenemos que purificar esta figura. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 2279: “La purificación del corazón concierne a las imágenes paternas y maternas, tal como han sido configuradas en nuestra historia personal y cultural, y que influyen en nuestra relación con Dios”.

Además, el Santo Padre  precisa que nunca seremos padres o pastores perfectos, ya que: “Vivimos siempre nuestras relaciones de amor bajo el signo de nuestros límites y también de nuestro egoísmo". Por eso, ha señalado que, cuando hablamos de Dios como “padre”, cuando pensamos en la imagen de nuestros padres, especialmente si nos aman, al mismo tiempo debemos ir más allá.

La naturaleza del amor

El Papa Francisco ha recordado que el dios griego del amor es el más trágico de todos: no está claro si es un ser angelical o un demonio. La mitología, precisa el Papa, dice que es hijo de Poros y Penía, es decir, de la astucia y la pobreza, destinado a llevar en sí mismo parte de la fisonomía de estos padres: “Desde aquí podemos pensar en la naturaleza ambivalente del amor humano".

El amor de Dios

El Pontífice ha explicado que existe otro amor, el del Padre “que está en los cielos”. Citando al profeta Isaías, el Pontífice ha resaltado que, si nuestro padre y nuestra madre no nos hubieran amado, hay un Dios en los cielos que nos ama como nadie en esta tierra lo ha hecho.

Antes de finalizar su catequesis, el Papa Francisco ha saludado a los peregrinos españoles y latinoamericanos. En particular a los seminaristas de la Diócesis de Getafe acompañados por su Obispo, Mons. Ginés García Beltrán, quienes celebran 25 años de la creación de ese centro de formación.