El Papa Francisco centrará la Jornada Mundial de la Paz de 2025 en el perdón
La 58ª Jornada Mundial de la Paz de 2025 ya tiene un lema: "Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz". Lo ha comunicado El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano.
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El Papa Francisco ha elegido el siguiente lema para la 58ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2025: "Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz". El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha dado a conocer la noticia a través de un comunicado este 8 de agosto.
Esperanza y Perdón
La temática que presenta este año la Jornada se encuentra en relación con el significado "bíblico y eclesial" del Año Jubilar, además se encuentra profundamente inspirado en las cartas encíclicas Laudato si y Fratelli tutti. La Esperanza y el Perdon son dos de las palabras que más abundan en la temática seleccionada para el Jubileo.
El Papa recordaba que: "Es un tiempo de conversión que nos llama a no condenar, a propiciar la reconciliación y la paz". En la Bula de Convocatoria "Spes non confundit", conocidendo la situación conflictiva en la que se encuentra el mundo, muestra la esperanza, el perdón de los pecados y "la cancelación de las deudas" que se encuentra de forma inherente a la tradición jubilar junto con las reflexiones tan necesarias de los Padres de la Iglesia: "Surgirán elementos concretos que pueden conducir a un cambio espiritual, social, económico, ecológico y cultural muy necesario".
Las temáticas
San Pablo VI fue aquel que instauró la Jornada en 1967. Desde entonces, en todas aquellas que se han celebrado los distintos Papas han dado a conocer diferentes reflexiones a los fieles en torno a temáticas como las Naciones Unidas, los derechos humanos, la diplomacia y el desarrollo económico entre otros.
El sacramento de la confesión
El Papa en la bula ha invitado a volver a descubrir el sacramento de la confesión: "La belleza del perdón de los pecados". Además ha hecho un llamamiento a las naciones con mayor riqueza para que: "reconozcan la gravedad de tantas decisiones tomadas y determinen condonar las deudas de los países que nunca podrán saldarlas". "Antes que tratarse de magnanimidad, establece Francisco, es una cuestión de justicia, agravada hoy por una nueva forma de iniquidad de la que hemos tomado conciencia".