El Papa anuncia 13 nuevos cardenales, entre ellos el español Mons. Celestino Aós
El próximo 28 de noviembre, en la vigilia del primer domingo de Adviento, se celebrará un nuevo consistorio para el nombramiento de los purpurados
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El Papa Francisco ha anunciado que el próximo 28 de noviembre, en la vigilia del primer domingo de Adviento, se celebrará un nuevo consistorio para el nombramiento de cardenales, entre ellos se encuentra el español Mons. Celestino Aós, que en estos momentos es arzobispo de Santiago de Chile. Una noticia anunciada al término del Ángelus de este domingo, 25 de octubre.
Trece nuevos purpurados
Los trece nuevos purpurados que tendrán derecho a voto en un hipotético conclave son: el obispo maltés Mario Grech, nuevo Secretario General del Sínodo de Obispos; Monseñor Marcello Semeraro, nuevo Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos; Monseñor Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali (Uganda); Wilton Daniel Gregory,arzobispo de Washington (EEUU); Monseñor José Advíncula, Arzobispo de Capiz (Filipinas); Monselor Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile; Monseñor Cornelius Sim, obispo de Puzia de Numidia, vicario apostólico de Brunei; Monsignor Augusto Paolo Lojudice, arzobispo de Siena, Colle di Val d'Elsa - Montalcino; y Mauro Gambetti, custodio del convento de Asís (Italia).
El Papa también creará otros cuatro cardenales mayores de 80 años y, por tanto, sin participación en un eventual cónclave. Se trata de Felipe Arizmendi, obispo "emérito" de San Cristóbal de Las Casas; Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia; Mons.Enrico Feroci, sacerdote de la Parroquia de Santa Maria del Divino Amor en Castel di Leva (Italia) y ex director de Caritas (Roma) y Silvano Tomassi, ex nuncio y observador del Vaticano en la ONU.
“Recemos por los nuevos cardenales, para que, confirmando su adhesión a Cristo, me ayuden en mi ministerio de obispo de Roma para el bien de todo el santo pueblo fiel de Dios”, ha finalizado Francisco.
El Ángelus en la Plaza San Pedro
El Papa Francisco ha rezado la oración mariana del Ángelus junto a cientos de fieles en la Plaza de San Pedro. En el contexto de un día de otoño, soleado, se ha referido al texto de Mateo 22,34-40, relato que nos presenta a un doctor de la Ley que le pregunta a Jesús ¿cuál es “el mandamiento mayor” (v. 36), es decir, el mandamiento principal de la Ley divina?
En este contexto, el Papa explica que esta es “una de las principales novedades de la enseñanza de Jesús” en la que “establece dos fundamentos esenciales para los creyentes de todos los tiempos: El primero es que la vida moral y religiosa no puede reducirse a una obediencia ansiosa y forzada, sino que debe tener como principio el amor. El segundo es que el amor debe tender juntos e inseparablemente hacia Dios y hacia el prójimo”.
El Papa puntualizó que una falta para con el amor es el hecho de que “a veces no tenemos tiempo para consolar al otro, pero sí tenemos tiempo para comentar, para chismear sobre él”. El Obispo de Roma nos muestra cómo “Jesús nos ayuda a ir a la fuente viva y que brota del amor. Tal fuente es Dios mismo, para ser amado totalmente en una comunión que nada ni nadie puede romper”. Esta comunión es frágil y hay que fortalecerla para que “no se deje esclavizar por los ídolos de este mundo”, insiste el Papa.
Al finalizar su reflexión, el Papa pidió la intercesión de María para que “nos abra el corazón para acoger el “mayor mandamiento”, el doble mandamiento del amor, que resume toda la ley de Dios y de la que depende nuestra salvación”.