REFLEXIÓN

Seguir a Jesús: responder con amor al Amor

El Evangelio del joven rico deja varias preguntas. La que se hacen también los apóstoles: ¿qué es seguir a Jesús? ¿cumplir normas?

Seguir a Jesús: responder con amor al Amor

Pablo Valentín-Gamazo

Publicado el - Actualizado

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La Reflexión del Evangelio del Domingo 14 de octubre de 2018:

Del Evangelio de hoy vuelve a sorprenderme que Jesús sigue andando entre los pueblos. Sale al encuentro de los hombres de aquella época, y hace lo mismo hoy. En esta ocasión, un joven corre hacia él, se arrodilla y se dirije a Él. Se trata de un joven rico que le llama "bueno" y le pregunta cómo puede "heredar" la vida eterna.

Jesús, parece que extrañado, le contesta que haciendo el bien, es decir, cumpliendo los mandamientos. Él le repregunta, orgulloso de cumplirlos y quizás confuso por la respuesta de Jesús. Entonces, Jesús le pide un paso más: que lo siga sin importar las consecuencias. Eso sí, choca con las expectativas del joven, porque siginificaba renunciar a todo lo que poseía.

El joven se marcha triste, pensando que tenía el cielo ganado, viendo que quizás no era así. Jesús aprovecha este encuentro para enseñarnos que seguirle es renunciar a todo lo que el mundo nos ofrezca. ¿Quiere decir esto que los cristianos no podemos tener nada? No. De hecho, los apóstoles le dicen que ellos sí lo han dejado todo, como para salvaguardarse. Estarían pensando: "Oye, que nosotros sí hemos cumplido, pero como haya que hacer algo más igual me lo pienso. Esto deberá merecer la pena..."

Jesús a ellos les advierte también por lo que le dicen. Los apóstoles le preguntan cómo pueden "salvarse". Y les enseña que salvar solo puede Dios. Claro, la cara de los apóstoles sería una interrogación: "Jesús, ¿y entonces todo lo que estamos haciendo de qué sirve?" Jesús les dice que los sacrificios que han hecho por Él tienen recompensa, pero no material. Al cielo, debe ser, que solo se va con lo puesto.

El cristiano no cumple normas sin más como creía el joven rico. Se busca algo más. Ese dejarlo todo y seguir a Cristo es tenerle solo a Él por horizonte y camino. Todo lo demás, es anecdótico. El cristiano es rico en eso, en cumplir lo que Jesús pide por amor que hagamos con amor. No es una frase cursi, es darle un sentido a esas "normas" de cara a Él y a los demás. Y Jesús, a pesar de la preocupación del joven rico, lo amaría igual. La pregunta sería: "¿Tengo algo por encima de Dios en mi vida que me impide seguirlo? ¿Qué es lo que tendría que dejar?"

La situación del joven rico y de los apóstoles pueden sernos muy familiares hoy. Podemos estar muy apegados a lo que tenemos, no solo material, si no al "tengo trabajo", "tengo responsabilidades", etc. Pero "tener a Dios" implica que nosotros somos los únicos protagonistas. Por eso, Jesús dice "sígueme", es decir, muévete hacia Él. Y en el caso de los apóstoles, que lo hacen, se preocupan. Piensan en Jesús como en una "inversión", pero se quedan cortos. Jesús lo sabe. Quien ha renunciado a todo por seguir a Jesús, Él les dice que lo recibirán multiplicado. Y añade lo más importante, que tendrán la herencia de la vida eterna. Así de inmensa es la recompensa por lo que realmente se nos pide a todos: seguirle, es decir, responder al Amor con amor y a la Vida con la vida.

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