¿Cuáles son los pasos necesarios para que la Iglesia Católica nos reconozca como santos?
Como cristianos, estamos llamados a ser santos. Para lograrlo, los requisitos son ser declarado siervo del Señor, luego Venerable y finalmente acreditar dos milagros
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Este fin de semana gozaremos de un día más ya que este lunes, 1 de noviembre, se celebra el Día de Todos los Santos, por lo que es festivo en toda España. Un año más miles de familias inundarán los cementerios de su pueblo de la ciudad para honrar a sus seres queridos.
Las restricciones de aforo en camposanto marcaron esta festividad en 2020, por lo que es de prever que en este 2021, con la relajación o erradicación de las limitaciones, todo vuelva a la normalidad.
Cabe recordar en este punto que, cada 1 de noviembre, recordamos a todos los santos, no sólo a los que están en los altares y han pasado los procesos del Vaticano. Cada uno de nosotros estamos llamados a ser santos. Dios nos quiere así y para eso nos dio el don de la fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo.
Y es que ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como Él, hacer el bien como Él, amar como Él. En la Iglesia Católica se estima que hay canonizados unos 10.000 santos, si bien es cierto que los procesos para alcanzar este nivel de santidad es del siglo XVIII.
¿Cuáles son los pasos que hemos de seguir para ser canonizado?
En primer lugar, hemos de ser un siervo del Señor. Corresponde al postulador de tu causa remitir a la Santa Sede un informe con tus virtudes y tu vida para, ser santificado. Será la Congregación para las Causas de los Santos la que estudie el documento y determine si puede ser llegar en el futuro a ser canonizado.
El segundo paso es ser declarado Venerable. Para ello, el la Santa Sede recibe los testimonios de personas que conocieron a la persona que se pretende canonizar, así como analizar sus escritos en vida. El relator deberá dictaminar en un documento si esa personalidad puede llegar a ser santo. En caso de que el relator dé luz verde, corresponde al Papa aprobar para dictar el Decreto de Heroicidad de Virtudes.
La siguiente fase es de las más complejas, ya que para ser beatificado, es necesario demostrar la realización de un milagro gracias a su intercesión. Un proceso largo que ha de ser analizado por la diócesis donde tuvo lugar el supuesto milagro, y donde además conviven los testigos. ¿Qué tipos de milagros suelen ser?
Por un lado, que tenga lugar un hecho que los científicos no logren justificar a través de la Ciencia. En la mayoría de los casos solemos hablar de la sanación milagrosa de una enfermedad. Por otro lado, se estudia la intercesión del venerable en la realización de ese hecho.
La Congregación para las Causas de los Santos será quien decrete si se puede considerar un milagro el hecho concreto. De serlo, el prefecto de la Congregación ordena la confección del decreto correspondiente para ser sometido a la aprobación del Papa para ser beatificado y determinar la fecha de la ceremonia litúrgica.
Una vez beatificado, falta el último paso para ser canonizado, siendo para ello requisito imprescindible acreditar un segundo milagro, que ha de producirse una vez que se haya celebrado la beatificación, no antes. Para examinarlo esta congregación sigue los mismos pasos del primer milagro, siendo el Papa el encargado de su aprobación.