San Fermín, Patrono de Navarra
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Existen Santos que despiertan gran popularidad y fervor entre sus conciudadanos. Hoy celebramos a San Fermín, de gran popularidad en el calendario y con hondas raíces en la tierra que le acogió. Su vida se sitúa entre los siglos III y IV. Entre los datos que hay sobre su vida, destaca el nacimiento en un ambiente pagano donde cobra especial relevancia el culto a los dioses cosmológicos, como son el sol, la luna y los diversos elementos de la naturaleza.
Precisamente se hacían ofrendas en las encrucijadas de los árboles. Hijo de familia romana, su padre, Firmo, era un alto funcionario administrativo imperial, mientras su madre, Eugenia, era una matrona, procedente de ascendencia ilustre. Casualmente conocen al sacerdote Honorato que les instruye en la Fe desde la más absoluta sencillez, y que había sido enviado por el Obispo Saturnino desde Las Galias.
El propio Prelado irá con el tiempo a bautizar en Navarra a todos los que abrazaban el cristianismo. Posteriormente Fermín será ordenado sacerdote y, más tarde, Obispo de Pamplona. Allí será un celoso pastor de las almas, usando todos los instrumentos que tenía a mano en bien de la difusión del Evangelio. Además de estas tierras, predicó en Anjou, Normandía, o Agen. Eran momentos de persecución y de matar a quienes siguiesen las sendas del Evangelio.
Durante su recorrido, sería detenido en Beauvais, muriendo decapitado en Amiens. Y sería un neoconverso llamado Faustiniano quien recogería su cadáver, sepultándolo en la Iglesia que el propio Fermín mandó edificar. La Providencia se encargaría de que se le diese el culto debido. Sus reliquias reposan entre Pamplona y Amiens. San Fermín es también Patrono de Navarra junto a San Francisco Javier.