San Policarpo de Esmirna: el Santo de grandes frutos de Fe

El testimonio de los cristianos siempre es un elemento imprescindible a la hora de dar la Fe a los demás. Esto les sucedió en su fortaleza la primitiva comunidad cristiana donde lo importante es que las obras que hacen acreditan su Fe y son semilla de nuevos cristianos. Hoy la Iglesia nos presenta a San Policarpo. Oriundo de los primitivos tiempos, fue discípulo de la Primitiva Comunidad Cristiana. Incluso San Ireneo de Lyón, con quien tuvo buen trato.

No faltaron quienes dijeron que San Ireneo fue discípulo de San Policarpo, a quien se le vinculará directamente al Apóstol San Juan. El nombre de Policarpo procede del griego poli karpos que significa “varios frutos”. Bautizado en los primeros momentos de su vida, accede como Obispo a la Diócesis de Esmirna. San Ignacio de Antioquía le agradece en una de sus cartas la hospitalidad que le ha dispensado, al acogerle.

Posteriormente marcha a Roma a ver al Papa Aniceto con la idea de unificar la celebración de la Pascua en una fecha concreta, ya que hasta ese momento, Occidente lo conmemoraban en domingo y Oriente, sin embargo, siempre el 14 de marzo como fecha fija. Varias son las Cartas que se conservan, en las que pone de relieve diversos aspectos de la Fe, ante las herejías que surgieron por entonces.

Es el caso de los Docetas que negaban que Cristo tuviese Cuerpo Humano Real. La herejía surgió no en una persona concreta sino en grupos cristianos de ese periodo. Por todo ello, tuvo que escribir una Profesión de Fe, para alentar en ella a los cristianos. Muere derramando su Sangre por causa del Reino de Dios durante la persecución del Emperador Decio, al ser descubierto como cristiano.