Cómo un trabajo de la asignatura de Religión hizo que María se convirtiera en la última niña española en abrazar al Papa Francisco
María, una niña que lucha por la investigación del sarcoma de Ewing, fue recibida en Audiencia por el Santo Padre tan solo dos días antes de ser ingresado en el hospital Gemelli de Roma

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Tan solo dos días antes de ser ingresado en el hospital Gemelli de Roma, el pasado febrero, María fue recibida en Audiencia por el Papa. María es una niña que sufre el sarcoma de Ewing desde los siete años. Para ella, conocer a Francisco es una experiencia que dice que nunca va a olvidar por la paz que sintió en esos apenas cinco minutos que califica de inexplicables. Ella conoció al pontífice gracias a un trabajo que hizo sobre Carlo Acutis, conocido como el primer 'santo milenial' que iba a ser canonizado este domingo. Hablamos de la última española en abrazar al Papa.
Juan Caamaño, el padre de María, recuerda aquel momento como “muy especial”. “Poder disfrutarlo en familia para nosotros, fue un momento muy cálido, de mucha paz, y que a toda la familia nos hizo muchísima ilusión. María estaba supercontenta porque ella es muy creyente, ella lleva a sus santos al cuello todo el día, y estar con el Papa, para nosotros fue especial, un momento muy especial, tampoco sé cómo describirlo, porque fue un momento de mucha paz”.
La última niña española en visitar al Papa Francisco
Carlo Acutis falleció por leucemia en 2006 con tan solo 15 años. Nacido en el seno de una familia italiana en Londres, Acutis fue un adolescente con dos pasiones: la fe y la informática. Un joven sencillo que utilizaba la tecnología informática como herramienta para la difusión de los valores cristianos. Fue un chico especialmente devoto, pese a que su familia no lo era, que creó en redes sociales una muestra virtual de los milagros de la eucaristía en el mundo. En julio de 2018, Francisco lo declaró venerable, tras habérsele reconocido las virtudes heroicas y considerarlo digno de ser venerado por los fieles. Fue beatificado en 2020, en una celebración en Asís a la que acudieron miles de personas.
“María es una seguidora fiel de Carlo Acutis, porque ella dice que es la persona que le protege, el santo que está con ella continuamente, que es la persona que lo protege”, cuenta su padre antes de relatar cómo el Papa les invitó a la Audiencia: “Con el profesor de religión, en un trabajo de religión, ella explicó que le gustaba a Carlo Acutis, que nuestra idea era intentar ir a la santificación de Carlo y estar ahí en la Plaza de San Pedro el día que lo hacían. Y el profesor habló con mi mujer, y él habló con el obispado de Salamanca, y a través de eso lo gestionaron, y nos llegó la noticia de que quería conocernos el Papa, que nos quería recibir en la audiencia, y nos dieron para escoger unas fechas, escogimos el 12 de febrero para poder verlo, que era la fecha más próxima, y que María no tenía que asistir en el hospital, y para allá no fuimos, y por desgracia fuimos los últimos en estar con él, porque después se ingresó al día siguiente”.
Ellos mismos pudieron comprobar que Francisco ya no se encontraba bien: “La verdad que el hombre podía hablar ya muy poquito, porque se notaba que estaba muy fatigado y muy cansado, y la movilidad ya era muy leve, y le costaba mucho hablar. La verdad, con María interactuó más que hablar, le regaló un rosario, y la niña le dio el abrazo y un regalo que le llevaba. La verdad, nos sonreía, a mí me preguntó que desde dónde íbamos, le dije que desde Salamanca, desde España, y con mi mujer se tuvo un detalle un poco más parado, y la bendijo, pero la verdad que se expresaba poco, ya él habla no prácticamente”, describe Juan.

“Sin investigación no hay vida”
Hay pocos casos de sarcoma de Ewing en España, ya que se trata de un tumor óseo raro que es muy agresivo y cuyas tasas de supervivencia no superan el 60%. Por ello, la investigación en estos casos es crucial y, ante la falta de ello, las personas que lo padecen son las que más están haciendo porque se conozca, como fue el caso de la influencer Elena Huelva o Álex, el hijo de Ana Obregón. “Por desgracia, el sarcoma de Ewing tiene un ratio muy bajo, que es entre uno y tres por millón, y es un tumor que está muy poco estudiado, de hecho, todavía no está ni especificado como cáncer, está como enfermedad rara”.
Ha fundado, junto al torero Gonzalo Caballero, la asociación La Sonrisa de María, una ONG sin ánimo de lucro, para recaudar fondos con el fin de que se investigue el sarcoma de Ewing. Por ello, el principal propósito de la asociación, relata Juan, “es dar visibilidad a la enfermedad y a otras enfermedades como la de María, y ayudar a la investigación y a las familias que, por desgracia, nunca vienen solo a la enfermedad, la enfermedad trae más cosas, porque tienes que desplazarte de tu casa, tienes que ir a otros lugares y no es fácil. María tiene una frase que es, 'sin investigación, no hay vida', y es un reto de vida. Tenemos que hacer que se investigue para seguir viviendo”.