Ángel Rubio, obispo emérito de Segovia: "He querido llevar una vida escondida con Cristo"
Obispo emérito desde hace una década, Ángel Rubio ha repasado su ministerio pastoral en el programa 'Eméritos' de TRECE: "Hay que confiar en el Señor para encontrar descanso y luz"
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El obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio, ha animado a personas con problemas a experimentar el amor de Dios. Un mensaje que, a su juicio, es válido tanto para jóvenes como para mayores: “Sin Dios te abrumas. Hay que confiar en el Señor, encontrarse con Él y ya verás que encuentras descanso, alivio y luz”, ha proclamado en el programa 'Eméritos' de TRECE.
Y es como ha indicado el que fuera obispo auxiliar de Toledo y titular de Segovia, Cristo es el que más nos ama, incluso a los que le condenaron a la cruz: “El Señor les decía 'Perdónales, no saben lo que hacen'. De lo que se trata es de que no les falte esa luz de Dios. Es como el que necesita calor, tienes que buscar el sol. Si está descaído y apesadumbrado recurre al Señor que es nuestro consuelo”, ha expresado Ángel Rubio.
Por otra parte, el obispo emérito de Segovia ha hecho hincapié en que es necesario estar muy atento a la llamada de Jesucristo cuando somos llamado a la vocación: “Algunas llamadas de Cristo son directas y otras indirectas. En la mayor parte de las llamadas Dios ser sirve de acontecimientos, de personas, de inspiraciones en el corazón...”
Por ello, Ángel Rubio invita a la oración para discernir si se trata de una llamada auténtica: “Hay gente que descubre la vocación y la llamada de Dios a los 25 años. La llamada del Señor hay que considerarla de forma permanente, en todo momento y en cada situación que uno vive”, ha expresado.
Una vida sencilla y escondida con Cristo: el día a día de Ángel Rubio
A sus 84 años, el obispo emérito de Segovia asegura que se siente “totalmente feliz” casi una década después de su renuncia como titular de la diócesis castellano-leonesa, aunque pronostica que será de plena felicilidad en su llegada al Cielo. En esa espera, Rubio asegura no tener miedo a la muerte, si bien reconoce “el instinto de conservación” arraigado a los humanos.
“Considero que el Señor me llevará al cielo a pesar de mis pecados y torpezas. Él ha venido a la tierra para que todos podamos entrar en el cielo, donde esperamos allí encontrarnos. En la vejez y las canas Señor, que dice el salmo, no me abandones”, ha reflexionado en 'Eméritos'.
Mientras tanto, Ángel Rubio vive su día a día en Toledo, a través de una vida sencilla y discreta, ya que ello le está ayudando a encontrarse con Dios de una manera más intensa que en su etapa como obispo titular: “He querido llevar una vida escondida con Cristo. Cuesta mucho, pero en esta última etapa de mi vida mi determinación es vivirla con más oracion, con más contemplación y con más meditación porque, no nos olvidemos, Jesucirsto escogió a los apóstoles para estar con él y predicar”, ha recordado.