Álvaro, Manolo, Piedad y Sagrario cuentan en 'TRECE te acompaña' cómo han vivido la pandemia en una residencia
Tienen entre 80 y 92 años y algunos de ellos se han infectado de coronavirus. Los protagonistas de 'TRECE te acompaña' reconocen que lo que más echan de menos es a sus familias
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"TRECE te acompaña" descubre cómo han vivido cuatro ancianos de la residencia de Toledo Santa Casilda el confinamiento debido a la crisis sanitaria de corinavirus. Ellos son Álvaro, Manolo, Piedad y Sagrario. Con ellos, conversa Pedro del Castillo. Sus miedos, experiencias, y sus preocupaciones durante el estado de alarma, así como la relación con sus familias sob objetos de esta conversación. El programa se grabó en la Fase 0 de confinamiento.
Álvaro señala que la pandemia le ha dejado sin tute, dominó o futbolín por lo que ahora están más aburridos. Sin embargo, lo que más echa de menos son las vivitas de su familia "que ahora no pueden venir a visitarme". Con 87 años, es la primera videollamada que hace Álvaro, y admite que le gusta mucho. Su rutina se ha visto modificada por el coronavirus, "ahora comemos de dos en dos y llevamos mascarillas por los pasillos".
Manolo tiene 80 años, pero a lo largo de su vida nunca se había imaginado pasar por una situación así. "Por pasar el tiempo, iba a la portería y me paseaba, cualquier cosa por no estar en la habitación". Manolo afirma con humor que "le escuecen las manos de tanto lavárselas" y cuenta a las cámaras de TRECE que hay una zona de la residencia donde no pueden pasar y reconoce que alguna vez le han regañado "por salir al parking". Manolo tiene una salud de hierro, y no recuerda la última vez que se puso malo.
Piedad recuerda a Pedro del Castillo "por ser muy serio y muy agradable". Con 92 años, Piedad sufrió coronavirus, y tuvieron que ponerle oxígeno. Para entretenerse estos meses, "daba paseos, escuchaba la radio y hacía gimnasia. Tenía que rellenar los huecos porque si no, nos morimos". Sobre cómo ha vivido estas semanas, señala que "nos hemos apoyado mucho, hemos formado una familia unida". Piedad ha hablado mucho con su familia estos días y reconoce que con 92 años, ésta ha sido la experiencia más dura que ha vivido. "Mi vida ha sido muy dura, y, por eso, soy fuerte ahora".
Sagrario cumplió 86 años durante el confinamiento y cree que ha pasado el coronavirus, pero no está segura. "Mi cumpleaños lo pasé en una habitación sola, pero la Madre me trajo una bolsa llena de regalos", y añade "mi nieta me dice que el día que termine todo esto que celebramos los cumpleaños juntas, así que espero que esto termine pronto para celebrar con ellos el cumpleaños". Sagrario echa de menos el pasear, salir a la calle y ver a su familia, "tengo ganas de apretarlas y de besarlas".