"Hay mucha gente en la carcel que se acerca a Dios porque es lo único que le queda"
En "TRECE te acompaña" conocemos cómo han vivido las personas privadas de libertad el confinamiento, a través del director de la Pastoral Penitenciaria en España
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
"El desconfinamiento se está viviendo en las cárceles con esperanza" explica Florencio Roselló, director de Pastoral Penitenciaria en España y primer protagonista de "TRECE te acompaña". El Padre Florencio señala que en un lugar donde se vive un confinamiento natural, esta situación ha creado mella porque se han cortado las posibles válvulas de escape como los encuentros con la familia. "El que la familia no pueda ir, que no se puedan abrazar ha generado bastante ansiedad, aunque asumían la responsabilidad que les correspondía".
Florencio Roselló explica que durante estos tres meses han existido medidas para limitar los contagios en el interior de las cárceles como permitir a los internos permanecer más tiempo en su celda, organizar turnos en salas comunes como el comedor. "En prisiones ha habido 10 veces menos que en el exterior, se ha actuado bien y rápido. Si hubiera entrado, podría haberse convertido en una tragedia, porque dentro hay personas con patologías previas muy diversas". El sacerdote explica que desde dentro se ha vivido con preocupación, pero también ha habido momentos especiales como los aplausos a las 20H, o las cartas a los responsables, agradeciendo la labor de los funcionarios de prisiones.
Hoy en dia, con la vuelta a la normalidad, poco a poco, la Pastoral de Prisiones retoma su labor habitual con capellanes y voluntarios que regresasn a los centros, "pero de manera progresiva, con medidas de seguridad, y manteniendo la distancia social dentro de lo posible". Sobre la labor de la Pastoral Penitenciaria, Florencio explica que "los presos, como toda persona, tienen una dimensión espiritual. El capellán se hace presente y hay mucha gente que en la carcel se acerca a Dios porque es lo único que le queda". El director de la Pastoral Penitenciaria en España afirma que cuando el capellán conoce a un preso, le interesa la persona, no el delito, no conocemos las causas por las que están ahí, salvo que tengamos que preparar alguna acción especial".
Entre las razones por las que la Iglesia está presente en las cárceles, Florencio señala que, además de ser un mandato de Cristo, la Iglesia está convencida de que todo hombre y mujer tiene un proyecto de vida, que la Iglesia debe acompañar. Un acompañamiento que se extiende más allá de la cárcel, ya que cuando vuelven a la libertad, la Pastoral Penitenciaria está ahí para facilitar su integración. Un segundo paso del que hablamos con Alfonso Vargas y María Yela, voluntarios que atienden a las personas que salen de prisión. Un trabajo que realizan a través de una casa de acogida en la que buscan que el regreso a la sociedad sea fácil. "Salen completamente desorientados, los hay que se asuntan, porque se encuentran perdidos, ya que en el mundo se han producido muchos cambios". María añade que lo duro es que el tiempo de la cárcel no sirva para nada, por eso trabajan para convertirse en "puente" entre su antigua vida y la que les espera en un futuro."Cuando aocges con cariño y te entregas, es como cuando riegas una planta", el amor es esencial destaca Alfonso.