¿Qué hace la Iglesia con el 0,7% que recibe de las casillas de la Renta?

Como cada año cuando comienza la Campaña de la Renta, la Iglesia nos recuerda la necesidad de marcar la casilla de asignación tributaria para que puedan el 0,7 % del IRPF de los contribuyentes que así lo deseen. Es un pequeño gesto, pero que sirve de gran ayuda. Pero, ¿en qué se gastan el dinero?

Desde hace unos años, la Conferencia Episcopal Española presenta la Memoria de Actividades donde se publica con claridad a qué se dedica el dinero de la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta. Desde el año 2011, además, todos estos datos reciben el aval de una de las cuatro auditoras más grandes del mundo: PriceWaterhouseCoopers. En esta Memoria se refleja el destino de los recursos obtenidos por la Iglesia a través de la X a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta. La última Memoria disponible es la de 2015, de las que nos vamos a servir para ver en qué se gasta el dinero la Iglesia.

Ese año, el grueso de los fondos recibidos, el 81 %, fue destinado directamente a las diócesis. El 19 % restante lo gestionó directamente la Conferencia Episcopal, destinándolo en función de los criterios aprobados anualmente en la Asamblea Plenaria, que suelen ser la Seguridad Social del clero, la retribución a los obispos, los proyectos de construcción y restauración de templos, la ayuda a las Cáritas diocesanas, etc.

Este dinero que reciben las diócesis les supone, de media, el 23 % de los ingresos que reciben. La partida de ingresos más numerosa es, por lo tanto, las aportaciones voluntarias de los fieles, que son una media del 36 % del total de lo que ingresa la diócesis. En cuanto a los gastos, estos se reparten de media de la siguiente forma:

El dinero que la Iglesia recibe de la asignación tributaria permite que ésta pueda llevar a cabo su labor, que podríamos diferenciar en 5 grandes puntos: la actividad pastoral, la educativa, la misionera, la cultural y la caritativa y asistencial.

1. Actividad pastoral

En 2015, la Iglesia en España celebró 231.254 bautismos, 240.094 primeras comuniones, 51.810 matrimonios y 115.164 confirmaciones. Además, se celebraron más de 9,5 millones de Misas al año, a las que acudieron más de 10 millones de personas de forma periódica, en las 22.999 parroquias atendidas por 18.576 sacerdotes. Cada euro que se invirtió en la Iglesia rindió como 2,24 euros en su servicio equivalente en el mercado.

2. Actividad educativa

Los centros católicos concertados, además de transmitir a niños y jóvenes los valores del Evangelio, ahorraron al Estado 2.563 millones de euros. Un ahorro que resulta de la diferencia entre el coste de una plaza en un centro público y el importe asignado al concierto por plaza. En 2015, los alumnos de centros católicos alcanzaban la cifra de 1.476.918. Además, un estudio elaborado especialmente para la Memoria de 2015 asegura que los centros católicos aportan importantes beneficios a los alumnos respecto a los centros públicos: menores tasas de repetición en todas las etapas, menor gasto por alumno al año, reduce las diferencias sociales, menor índice de criminalidad y mayor tendencia a las donaciones. Por cada euro invertido en un centro católico, la sociedad recibe de forma directa 5 euros.

3. Misiones

Es la actividad de evangelización en el extranjero. España aportaba en 2015 en torno a 13.000 misioneros a la Iglesia, de los cuales 502 eran familias en misión.

4. Actividad cultural

La Iglesia goza de un patrimonio que es fuente de riqueza para toda la sociedad, pero que requiere de grandes esfuerzos para su mantenimiento, conservación y restauración. Además, este patrimonio genera un importante interés turístico, que también tiene repercusión económica en la sociedad. Entre peregrinaciones, celebraciones de Semana Santa y visitas a museos e inmuebles de la Iglesia, en 2015 se generó un impacto en el PIB de España de 32.420 millones de euros (casi un 3% del PIB).

5. Actividad asistencial

Con motivo de la crisis económica, la Iglesia incremento la actividad caritativa y asistencial que lleva realizando desde hace siglos. En 2015, 4.791.593 personas fueron acompañadas y atendidas en alguno de los 8.966 centros sociales y asistenciales de la Iglesia. El valor del impacto de la Iglesia generado por la actividad asistencial corresponde a 589.629.655 €, que equivale al tercer puesto en el ranking de Comunidades Autónomas en materia de gasto asistencial, según un estudio realizado por la consultora KPMG.