¿Es ético pedir comida a domicilio en los días de lluvia?
COPE.es entrevistamos a los protagonistas, los riders, y a uno de los coordinadores, el director de operaciones
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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Los días de lluvia o eventos deportivos crecen los pedidos de comida a domicilio a través de las plataformas. El perfil de estos usuarios suele ser una persona joven entre 25 y 35 años, acompañado o por amigos o por pareja y el motivo es por comodidad, según los datos registrados en el Estudio Anual de Comida a Domicilio.
Una vez hacemos la petición a través de las plataformas, el repartido va a buscar el pedido al restaurante para llevárselo al usuario lo antes posible. Los riders corren peligro durante estos trayectos. Badr Eddine, presidente de la Asociación Autónoma Riders y rider desde hace cuatro años y al menos una vez cada 12 meses tiene un accidente. Considera que es ético repartir en días de lluvia “porque sino hay pedido, no tendremos trabajo y no podré pagar la escuela de mis hijos”. Badr tiene la necesidad de trabajar en días de lluvia porque sino lo haces “dejas de facturas 120 o 130 euros”.
Desde Deliveroo, dicen que el riesgo de accidentes es bastante bajo y que en el que caso de que ocurra, los riders están cubiertos. Marco Civolani, director de operaciones de Deliveroo, también considera que es ético hacer reparto cuando llueve pero siempre están atentos a las informaciones sobre la climatología para no poder en riesgo la seguridad de los repartidores. “Nadie los obliga, siempre pueden decidir sin aceptan o no un pedido. Muchos deciden trabajar en esos momentos porque pueden maximizar sus beneficios”, explicaba Civolani.
En cambio, Nuria Soto, quien trabajaba para Deliveroo hace 3 años y ahora es portavoz de Riders Por Derecho de Barcelona, no considera ético que se realicen pedidos en los días de lluvia pero “uno cuando llueve sabe que la gente va a pedir más y que de empatía va a haber poca, en ese sentido”. De hecho, Nuria, explicó a cope.es que pasó miedo y presión pero no suspendió el servicio porque “si paraba a mitad de mi turno me podrían echarme o ponerme una falta. Acabas trabajando por llegar a final de mes”.