Por qué Cataluña celebra 'aquelarres independentistas' con antorchas en plena noche

Una de las imágenes que ha llamado la atención de las manifestaciones en este segundo aniversario del 1-O ha sido la que han protagonizado en Girona unas 13.000 personas que portaban antorchas a lo largo de la ciudad en plena noche. Una festividad que comenzó, casualmente, en Vilafranca del Penedès, que en estos días está en plena actualidad tras la fotografía de varios miembros de la legión bebiendo cerveza, una información que primero contrastó COPE.

Su origen se remonta hasta 2003, cuando las manifestaciones se originaron con tres objetivos, según recoge la página oficial de las “Marxas de torxes”. Primero, para ser una “expresión popular y colectiva de reivindicación nacional del pueblo catalán”. La segunda es que sea “un acto sin ningún tipo de manipulación ni de utilización partidista”. Y, por último, que sea “un espacio de denuncia contra todo aquello que atente contra nuestras libertades nacionales y contra el ejercicio de la democracia”.

Comenzó celebrándose cada 10 de septiembre, coincidiendo con la víspera de la Diada, o Día de Cataluña. Sin embargo, tal y como asegura a COPE Òmnium de Girona, es la primera ocasión que se realiza el 1 de octubre, en un intento por trasladar la fuerza del movimiento hasta la reivindicación del aniversario del 1-O, en este caso 2 años después.

Pero uno de los detalles más curiosos puede verse también en la página oficial de la manifestación. En ella, en el apartado de los trámites, instan a cada voluntario a solicitar “

”, para “sufragar parte o la totalidad del gasto del acto”. Igualmente, aseguran que “conviene” 

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LA HISTÓRICA COMPARACIÓN APLAUDIDA POR ORTEGA SMITH SOBRE EL 'AQUELARRE INDEPENDENTISTA' 

Por su parte, muchos usuarios de Twitter, como el líder de Vox en Girona, Alberto Tarradas, han denunciado las similitudes de este acto con otra costumbre similar de la Alemania Nazi, que ya comenzó a realizar marchas con antorchas en 1933, tras el triunfo electoral del partido nacionalsocialista y el nombramiento de Adolf Hitler como canciller del Reich. Algo que repetirían en años posteriores, como en la quema de libros de Opernplatz.