El príncipe Harry y Meghan Markle van de vacaciones a Ibiza y desatan la polémica

Desde hace unos meses el príncipe Harry y Meghan se han colocado en el foco de crítica por sus gastos personales excesivos.

Según el periódico The Sun, el precio de las vacaciones de los duques ha rondado los 120.000 euros solamente en lo que es el la mansión Sa Calma (una de las villas para multimillonarios de la urbanización de Vista Alegre) con vistas a la isla de Formentera: siete habitaciones, dos cocinas, una lujosa piscina y acceso directo a la playa con embarcadero para subir a bordo.

Paul McCartney o David Guetta habrían también ocupado esta mansión otros veranos.

Lo que está claro es que la prensa británica está adquiriendo como costumbre el fustigar a los duques de Sussex, ya que la última oleada de críticas viene a cuenta de este viaje de la pareja y su bebé. Lograron llevarlo tan en secreto que a día de hoy, no existe ninguna imagen, sin embargo, el precio de sus vacaciones se ha convertido en un asunto de Estado.

Los ingleses no lo han dudado en ningún momento y se han puesto a hacer cuentas. Con ello, están investigando quién ha podido pagar la escapada para celebrar el 38 cumpleaños de Meghan.

Además, cabe destacar que este año el príncipe Harry acudió en Sicilia al Google Camp: un encuentro de famosos y empresarios que el gigante tecnológico invitó este año para que mostraran su preocupación sobre el cambio climático. Justo después. Harry aseguró en Vogue, con su mujer como editora invitada, que no tendrían más de dos hijos, precisamente por razones medioambientales.

El Daily Mail, denuncia que utilizaron un jet privado, caro y poco sostenible, además, el que ellos utilizaron lo llaman el “Uber de los millonarios”: una aeronave que genera siete veces más CO2 por persona que una vuelo comercial.

Existe también, la posibilidad de que el vuelo haya sido un regalo del jugador de polo argentino, Nacho Figueras, íntimo amigo del príncipe Harry. Algo que ha despertado todavía más interés en el Reino Unido, tanto por si se ha pagado con dinero público, como si ha sido un regalo aprovechándose de su posición en la familia real.