Tanzania, el país negacionista y que rechaza la vacuna del coronavirus

Según su presidente, el país está "libre de covid-19" desde junio de 2020. Sin embargo, la realidad es bien distinta

Tanzania, el país negacionista y que rechaza la vacuna del coronavirus

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

“Todo el mundo está ocupado por el coronavirus... ¿Todo? ¡No! Un país poblado por irreductibles habitantes resiste, todavía y como siempre, a la pandemia”. Así empezaría en Tanzania un cómic de Ásterix y Obélix que tuviese por protagonista a la covid-19. La realidad superaría a la ficción, puesto que el país africano se niega a reconocer, a día de hoy, que la enfermedad tiene incidencia en su territorio.

Según su Gobierno, Tanzania está “libre de covid-19” desde junio de 2020. Las burlas de sus políticos al respecto de las mascarillas, los test y las restricciones de los demás países están a la orden del día. De hecho, el presidente, John Magufuli, considera dañinas las vacunas. Tanto es así que ha instado a sus ciudadanos a que prueben la inhalación de vapor y los medicamentos a base de hierbas como tratamiento.

Por supuesto, la OMS no aprueba su criterio, pero a los mandatarios tanzanos les trae sin cuidado. ¿Se imaginan a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, elaborando un supuesto batido anticovid en plena rueda de prensa? Es lo que hizo su homóloga en Tanzania, Dorothy Gwajima, esta misma semana. Para ella y sus colegas, un preparado de jengibre, cebollas, limones y pimienta puede ayudar a prevenir el contagio.

Tanzania, el país negacionista y que rechaza la vacuna del coronavirus

La higiene personal, el lavado de manos, el uso de pañuelos, el ejercicio, los alimentos nutritivos y beber mucha agua también echan una mano junto a los remedios naturales made in Tanzania. Eso sí, esto no quiere decir, según la Administración, que el virus esté en el país: todas estas recomendaciones son para estar preparado ante la incidencia del coronavirus en otras naciones.

Pero la realidad es bien distinta a la que quieren divulgar en el Gobierno tanzano. Por algo ha habido ciudadanos con síntomas que han fallecido, y sin que se les hiciese la prueba del coronavirus. Tampoco es baladí que Reino Unido haya prohibido la entrada a los ciudadanos procedentes de Tanzania. Además, Estados Unidos ha pedido que no se viaje allí debido a la pandemia.

Incluso los líderes de la Iglesia católica en Tanzania han advertido que el virus sigue en sus dominios, pidiendo a la población que no baje la guardia de ninguna manera. Sin embargo, para los altos cargos del país africano todo es fruto del alarmismo. Un fenómeno que se ha querido combatir desde dentro del propio Gobierno tanzano.

Cuando el Ministerio de Salud declaró que no todos los pacientes de un hospital tenían coronavirus, faltó tiempo para afirmar que se había pedido emplear mascarilla “para prevenir enfermedades respiratorias”. El rastro del virus quedó borrado, como ha ocurrido con el positivo de un alto funcionario del partido de la oposición en Tanzania y de su mujer: nadie se pronuncia al respecto, como si no existiera.

También hubo una escuela internacional muy conocida que tuvo que retractarse de un comunicado en el que anunció que suspendía las clases presenciales en uno de sus grupos por un positivo. En este caso, se habló de “información falsa” después de que la dirección del centro se reuniese con las autoridades gubernamentales correspondientes.

Tanzania, el país negacionista y que rechaza la vacuna del coronavirus

Culpar a los tanzanos que viajan al extranjero de “importar un nuevo y extraño coronavirus” (la cita es del presidente Magufuli en enero de 2020) fue lo más parecido a reconocer la dolencia que se ha dado a nivel oficial en Tanzania durante el último año. Por lo demás, entre batidos, desmentidos y opacidad anda el juego en esta 'irreductible' parte de África.

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