Recomponer los consensos básicos de la democracia en Europa
"La última Conferencia de Múnich pasará a la historia por haber escenificado la brecha entre ambos lados del Atlántico"

Escucha la línea editorial de la mañana del martes 18 de febrero de 2025
Madrid - Publicado el
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La última Conferencia de Múnich pasará a la historia por haber escenificado la brecha entre ambos lados del Atlántico. El momento estelar lo protagonizó el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, cuando aseguró que “el mayor peligro para Europa no es Rusia ni China”, sino que viene de dentro. La frase conmocionó especialmente a los asistentes alemanes, puesto que el número 2 de Trump estaba denunciando el cordón sanitario a la extrema derecha en este país. En algo, sin embargo, tiene razón Vance: la división interna puede ser letal para Europa. Es hipócrita que lo diga el vicepresidente de un país aún más fracturado, cuya Administración considera un fraude el resultado electoral de 2020 solo porque Trump perdió.
La polarización, sin embargo, es una epidemia en Europa; lo es desde hace ya más de una década, pero la única respuesta coherente hasta ahora ha sido la del Partido Popular Europeo, distinguiendo entre grupos de derecha con los que es posible entenderse, como los Hermanos de Italia de Meloni, y otros con los que no hay nada de qué hablar, como Alternativa por Alemania. Los grandes consensos sobre los que se articularon las democracias liberales tras la II Guerra Mundial han quedado, en parte, obsoletos. Partiendo de que las causas son múltiples y complejas, resulta contraproducente acusar sin más a estos grupos de fascistas, mientras se renuncia al esfuerzo de comprender sus preocupaciones. La solución no es, desde luego, transigir con los derechos fundamentales, pero sí asumir una visión menos ideologizada y excluyente sobre los consensos básicos de nuestras democracias.