El astuto engañó que llevó a cabo Colón con los indígenas americanos para seguir con vida: lo que la Historia ha querido borrar

Fue en su cuarto viaje a América y a causa de un accidente que tuvieron en las naves, tuvo que urdir un plan para evitar que la situación se alargara

Representación del descubrimiento de América

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Representación del descubrimiento de América

Ana Rumí

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Si ha habido una hazaña que ha marcado el curso de la Historia y que ha hecho que nada vuelva a ser lo que era, ese ha sido el descubrimiento de América. No te estamos diciendo nada que no sepas porque, como es obvio, el viaje de Colón encontrándose con un nuevo continente propició una época de esplendor para España que es difícil de superar por otra potencia.

Ese 12 de octubre de 1492 cambiaría para siempre el curso de la Historia, y haría que la recién creada Monarquía Hispánica desplegase sus fronteras hasta límites que, hasta entonces, nunca se habían conocido.

Cristóbal Colón en un retrato

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Cristóbal Colón en un retrato

Con sus luces y con sus sombras, y pese a lo que la leyenda negra haya tendido a decir, el descubrimiento de América por parte de Colón por cuenta de España, ha sido el mayor hito en la Historia Moderna. Y no, no se convirtió en un sometimiento a los indígenas que “felizmente” vivían en el continente, sino que fue un sincretismo entre dos culturas que nunca habían colisionado.

Tras el Tratado de Tordesillas, las leyes para proteger a la población indígena y establecer planes determinados para explorar las nuevas tierras, Cristóbal Colón hizo tres viajes más a América para seguir descubriendo.

Los cuatro viajes de Colón que descubrieron parte del continente

Con cada viaje, Colón exploraba un nuevo territorio y fundaba nuevas islas y ciudades, sobre todo, las centroamericanas. En su segundo viaje, comprendido entre 1493 y 1496, descubrió lo que denominó Antillas Menores, que eran Dominica y Guadalupe, llegó a San Juan de Puerto Rico, y a La Española, hoy conocida como Santo Domingo.

En este viaje fundó La Isabela, una ciudad de República Dominicana, y, lo más importante, descubrió Jamaica.

El tercer viaje, entre 1498 y 1500, Colón llegó a la isla de Trinidad, parte de Venezuela, y, en esos dos años, acabaron por arrestarlo y regresó a España tras la sublevación de varios españoles, que entendían que habían sido engañados al llegar al continente prometido y no disfrutar de ninguna riqueza.

Cristóbal Colón con los indígenas

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Cristóbal Colón con los indígenas

Tras ello, puso rumbo en 1502 a su último viaje a América donde los problemas volverían a asolarle. Hasta 1504, Cristóbal Colón estuvo recorriendo el continente, explorando, sobre todo, América Central. Sin embargo, este último viaje no resultó como él esperaba, y las sublevaciones y los motines, empezaron a ser el pan de cada día.

Colón no esperaba que en este último viaje el objetivo de encontrar un paso a Asia marítimo se viera frustrado. Tras perder naves y hombres, Colón y su tripulación encallaron en Jamaica, una isla que ya conocía, pero en la que nunca se había visto en esa situación: dependían de la buena fe de los indígenas.

El astuto engaño de Colón a los indígenas para conseguir lo que quería

Colón llevaba a sus espaldas cuatro viajes por América de dos años cada uno, y una amplia experiencia en navegación, aunque eso no impedía que se expusiera a los enormes peligros del mar. Y no solo eso, sino que tenía que enfrentarse a los colonos españoles y a los indígenas en muchas ocasiones.

A pesar de su conocimiento en el recién descubierto continente, quedarse varado en Jamaica, era algo con lo que no contaba y que desestabilizaba sus planes. Desesperado por el callejón sin salida que aquello suponía, trazó una estrategia para evitar quedarse sin suministros y perecer.

Para empezar, mandó a una pequeña tripulación a La Española para que vinieran a rescatarles. Mientras, subsistían con lo que tenían y con el favor de los indígenas, que les daban comida y víveres cuando necesitaban.

Colón pensó que el rescate vendría antes, sin embargo, fueron pasando los meses y eso no ocurrió. Tras varios meses viviendo en Jamaica, los indígenas empezaron a amotinarse contra Colón y los suyos, y dejaron de distribuirles comida.

Este revés supuso que comenzaran a enfermar, y, a una situación desesperada, Colón sabía que había que tomar una medida desesperada. Por eso mismo, urdió un engaño que lo coloca como uno de los personajes históricos más inteligentes que existen.

Así se ve un eclipse lunar, como con el que engañó Colón a los indígenas

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Así se ve un eclipse lunar, como con el que engañó Colón a los indígenas

Ayudado por un almanaque y con sus conocimientos en astronomía, vislumbró el eclipse de Luna que estaba próximo a llegar y que se avistaría desde la isla: era el 29 de febrero de 1504.

Sabiendo que la Luna se tornaría roja por unos minutos, engañó a los indígenas, haciéndoles creer que era la señal de ira de Dios por no proveerles de alimentos.

Convencidos por la clarísima señal en el cielo y altamente atemorizados, los indígenas trajeron comida a Colón y su tripulación y prometieron que nunca más se amotinarían.

Esta astuta estrategia provocó que Colón y sus hombres permanecieron con vida durante más meses, hasta que en septiembre pudieron rescatarlos.

Una triquiñuela que le permitió al almirante ganar tiempo y, aunque la historia haya querido emborronar sus logros, vuelve a situarlo como uno de los personajes más importantes de la Historia.

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