Descubre cómo retirar la grasa de tu cocina con estos sencillos pasos
Utilizar vinagre, aceite o café son algunos de los remedios para retirar esa grasa que siempre se queda en tu cocina
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En la cocina preparamos nuestros platos favoritos, disfrutamos como niños cuando estamos haciendo ese primer plato que nos encanta o ese postre que dejará a todos con la boca abierta, pero claro, una vez que utilizamos los fuegos, utilizamos todo tipo de cosas para cocinar, se mancha absolutamente todo. La cocina es uno de los lugares más conflictivos de casa, especialmente a la hora de limpiar. Si sueles llevar una rutina de limpieza semanal o quincenal tu cocina no debería estar muy sucia. Sin embargo, si no tienes muy claro en qué orden limpiar, sigue esta guía o consejos para quitar esa grasa que se queda en los fuegos y esos restos que todavía se mantienen en tu encimera. Hay que tener buena organización y saber por dónde empezar.
Aceite de cocina para quitar la grasa
Hay un método para quitar la grasa de la cocina con aceite. Podemos mezclar en un vaso pequeño de aceite unas cucharaditas de bicarbonato de sodio. Cuando la mezcla esté lista, mojaremos un papel desechable y esparce la mezcla por toda la superficie que esté afectada por la grasa. Después y una vez pasada la mezcla por la superficie, la retiramos con un trapo limpio y un poco de jabón líquido. Verás que tu cocina vuelve a relucir como nunca y parecerá más nueva que nunca.
Vinagre
La limpieza constante de tu área de cocina es una de las claves para evitar que se acumule la grasa y empiece a cambiar de aspecto. Puedes retirar esos restos y esa grasa que se queda, por ejemplo en los fuegos, será muy fácil de retirar. Simplemente agrega un poco de vinagre al jabón que sueles utilizar para limpiar la cocina y la limpieza será tarea sencilla.
Microondas y horno
Estos electrodomésticos, sobre todo el primero, son uno de los grandes aliados en la cocina y también en buen ambiente para la prosperidad microbiana. Se utilizan sobre todo para calentar, por ejemplo, una taza de leche o café, o recalentar comida preparada. En algunos casos, los alimentos “explotan” y se instalan en las paredes internas, formando concentraciones de bacterias. Las esquinas o el plato giratorio son algunas de las zonas que más suciedad puede contener. Para eliminar los patógenos es recomendable utilizar una tapa cuando se calienten los alimentos. Cuanto más se tarde en lavar, más costará eliminar los residuos de comida. Primero deben lavarse las paredes con agua caliente y detergente, tras lo cual aclararemos con agua, aplicaremos un desinfectante no agresivo y volveremos a aclarar.
El horno es uno de los electrodomésticos que más cuesta junto con el microondas. La suciedad puede acumularse durante mucho más tiempo y podemos no verla durante días, meses e incluso años. Es más fácil limpiarlo con productos específicos, evitar el uso de abrasivos y utensilios que lo puedan rayar.
Utiliza desengrasante
Parece muy obvia esta idea pero es la opción que la mayoría de nosotros utilizamos. Hoy os traemos una manera de potenciar este producto y dejar tus superficies relucientes en muy poco tiempo. Ponemos a hervir agua de dos tazas, cuando esté lista agregaremos 1 ⁄ 4 de taza de desengrasante y luego lo removeremos bien. Con un trapo limpio y seco, lo humedecemos un poco con la mezcla y nos pondremos a limpiar.
Bicarbonato de sodio
Otro de los ingredientes que podemos utilizar es el bicarbonato de sodio. Es una alternativa fácil, económica y muy útil para retirar los restos que queden de suciedad y de grasa. Mezclaremos una media taza de agua tibia con dos cucharadas de bicarbonato de sodio, lo mezclaremos con ayuda de un trapo, esparcimos, y a limpiar esa zona que te está costando. Puedes limpiar esquinas, cajones, paredes y electrodomésticos, por lo que es una opción increíble y que, con muy poco tiempo, retirarás la grasa que quede en tu cocina.
El café, muy buena opción
El café, si no lo sabías, absorbe la grasa de manera fácil, por lo que es un producto a tener en cuenta y utilizarlo siempre que podamos. Si tienes alguna sartén llena de grasa, podemos añadir un poco de café en la superficie del recipiente y la esparciremos con un poco de papel de cocina. Enjuagaremos nuestra sartén después y veremos que los cambios se notarán en muy poco tiempo.