España, entre los países europeos que más cannabis y cocaína consumen: Esta es la ciudad que lidera en ranking
España está entre los cuatro países europeos con un mayor consumo de cannabis, cocaína y éxtasis.
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España está entre los 4 países Europeos con un mayor consumo de cannabis, cocaína y MDAM, según un estudio de las aguas residuales realizado en 104 ciudades por encargo del Observatorio europeo de las drogas y las toxicomanías. Cinco ciudades españolas de distinto tamaño y población participaron en este estudio. Tarragona es la ciudad donde más trazas de cocaína encontraron. Corresponden a 1,6 miligramos por habitante y día.
Lérida se posiciona en segundo lugar con 0,76 miligramos diarios por habitante, seguida por Valencia (0,72), Barcelona (0,62), Castellón (0,55) y Santiago de Compostela (0,51).
El cannabis es la sustancia ilegal más consumida en Europa. Se calcula que casi 23 millones de ciudadanos la consumieron el año pasado, aunque en España, el estudio de las aguas sucias lo sitúa en segundo lugar, por debajo de la cocaína.
España encabeza el ranking de consumo se sustancias ilícitas junto a Portugal, Países Bajos y Bélgica. Además de estas dos drogas, el estudio detecta en nuestro país un aumento de trazas de éxtasis, metanfetamina, y ketamina (esta última sustancia se estudia por primera vez), en las aguas residuales de esas 5 ciudades de nuestro país.
Según datos del departamento de Drogas y delitos de la ONU, nuestro país está en el quinto puesto de todo el mundo en consumo de cocaína (el 2,2% de la población hace uso) y es el segundo europeo por debajo de Inglaterra (el 2,5%). Hay que ir al noveno puesto para encontrar al siguiente país de nuestro entorno: los Países Bajos (el 1,6%).
Datos relativos
Es una foto fija, pero los datos globales coinciden con los de la encuesta EDADES que cada dos años realiza el ministerio de Sanidad: más del 14% de la población confiesa haber consumido en el último año cannabis, el 40% alguna vez en la vida. Un 11%, asegura haber tomado cocaína en alguna ocasión. También crece el consumo del éxtasis (MDMA): el 5,1% de la población mayor de 15 años lo ha consumido alguna vez, el 1,3% ha tomado metanfetamina. Irrumpe la ketamina, pero con porcentajes muy bajos.
“Hay que interpretar estos datos con cuidado-asegura Celia Prat, la responsable de formación de la FAD- estos estudios de aguas residuales hay que tomarlos con procedencia, primero porque es algo nuevo, y luego porque, aunque tiene ciertas ventajas, como por ejemplo, evita el sesgo de respuesta, se identifica mejor el espectro de sustancias, te ofrece dato concretos sobre los tiempos y los espacios geográficos en los que se encuentran esas sustancias... esos son datos interesantes para interpretar tendencias y para añadir de forma complementaria a los datos oficiales”.
En la parte negativa está “la cantidad de residuos que tu analizas depende del tamaño de la población, si hay más turismo, el momento en el que se toman las muestras, los biomarcadores que usas para que sea realmente científico... es un método de medición bastante nuevo”.
¿Tendencias que se consolidan?
Aun así, son informaciones que desde las organizaciones que se dedican a luchar contra las toxicomanías, se toman muy en cuenta. “Hay que hacer un seguimiento -explica Celia Prat- para ver si esto se convierte en tendencia, o no”.
El MDM, el éxtasis, “estaban asociadas a grupos cerrados, a determinados ámbitos de fiestas, a clubs de party, celebraciones concretas... a esta subcultura ligada a estas celebraciones y parece que se está extendiendo y el uso recreativos está avanzando hacia otro tipo de colectivos, y perfiles. Es cierto que España tiene unos niveles de consumo de sustancias ilegales muy importantes a nivel europeo.
El consumo de ketamina en España es muy minoritario aunque “está ahí y también hay que hacer seguimiento para ver si se convierte en tendencia”.
La FAD-juventud trabaja en ella prevención del consumo de sustancias tóxicas en los jóvenes. Los datos de este estudio de aguas residuales les sirve, junto con otros, para estudiar tendencias e intentar poner remedio. “nos indica que pueden ser cosas que están cambiando, nuevas tendencias... es una llamada de atención. Son datos complementarios para nosotros, pero no modifican nuestra tendencia”.