La interminable espera de la mamá de Luca a las puertas del quirófano: "Que no me suelte la mano"
COPE estrena el cuarto episodio de 'Luca, historia de un corazón', un nuevo podcast original de la historia del trasplante a vida o muerte de un bebé
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El cuarto episodio de 'Luca, historia de un corazón' arranca con una llamada que entra sin avisar tras cinco meses de espera. ¿Cómo reacciona el ser humano ante noticias que lleva deseando que se produzcan un tiempo y surgen en el momento más inesperado? "Dime que es verdad", le contesta Ana a su marido. En este viaje de emociones, conocemos a la gran amiga de Luca. Se llama Laura, es médico en la UCI pediátrica del Gregorio Marañón.
Cada vez que Ana menciona a Laura, se le iluminan los ojos. "Cuando Luca ingresó la primera vez entró en parada durante dos minutos. Para nosotros es algo muy impresionante. Y la segunda noticia que nos dieron fue el tema del ictus. Cuando le hicieron el tac, y vieron que era más de lo que esperaban pues una de las personas que nos lo dijo fue Laura. En ese momento, le dije que la tercera noticia que nos iba a dar era la buena. Le dije que la que me tenía que llamar era ella. Justo este mes, ella me dijo que tenía pocas guardias este mes y justo ha sido casualidad la que estaba de guardia cuando ha entrado el corazón para Luca".
Esta doctora les abrazó al encontrarse con ellos para celebrar la buena nueva.
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"Sentaos tranquilos", le dicen a Ana y Jaime. Estos padres han pasado ya más de cien noches sin Luca. Es junio, miércoles. Amanece. Ambos se encuentran en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y reciben la noticia de que el pequeño ya tiene un donante.
'La mamá de Luca se toca el pecho, como si quisiese proteger el corazón del niño tapando el suyo'
La moneda que acaban de echar al aire saben que tiene dos caras: la ilusión y el miedo. No pueden hacer más que esperar. Nos subimos a una ambulancia que esperaba al equipo médico que asumirá la otra parte de este reto. Un nuevo milagro en España. En total, cuatro personas como tú y como yo. Con una diferencia: ellos serán los encargados de traer el regalo soñado a Luca.
El equipo se mueve con rapidez. Al año se pueden hacer en España 700 operativos de este tipo. Del hospital vamos a la terminal ejecutiva del aeropuerto de Madrid, rumbo a un lugar que no citaremos para mantener la confidencialidad del volante.
En la pista, se encuentra un avión pequeño. Solamente caben el piloto, el copiloto, cinco pasajeros y una pequeña nevera azul.
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Mientras, en el hospital, el doctor les explica a Ana y a Jaime la operación. La mamá de Luca se toca el pecho, como si quisiese proteger el corazón del niño tapando el suyo. Jaime no para de dar vueltas a su alianza. Está nervioso y su cabeza se llena de recuerdos.
Físicamente están en la consulta del doctor pero sus corazones viajan en un avión en busca de otro.
El equipo de extracción ya ha llegado a su destino y lo preparan todo. Mencionan la isquenia, que es el tiempo que el corazón está parado, fuera de su hábitat. Esa prisa ya ha llegado. Pero antes el único momento de pausa. El más triste de toda esta historia. El momento de una despedida precedida de una de las decisiones más importantes que un ser humano puede tomar en su vida.
Despedirse para siempre de su bebé antes de retirarle de la máquina que le mantenía vivo sin vida. No hay consuelo. Pero han regalado esperanza.
El viaje más importante para Ana ha comenzado. Hay una barrera que no puede traspasar: la puerta del quirófano. Quedan horas de espera y de recuerdos que se agolpan en la mente. "Tienes miedo, esperanza, alegrías. Quieres confiar en que va a salir todo bien. Tenemos muchas cosas que hacer juntos. Él es muy fuerte y que no me suelte de la mano, sino nos vamos los dos. Ahí está mi chico".
A partir de ahora, la sincronización tiene que ser máxima. En un lugar de España, la operación de extracción ya está en marcha. Y en un quirófano del Marañón, Luca ya está sedado.
Ana mientras espera en el pasillo y no es capaz de sentarse. Todas las miradas apuntan al cirujano del equipo de extracción. De él depende todo. Cinco minutos. Ahora la esperanza de Ana y Jaime, la vida de Luca...depende de este tiempo.
El tiempo ha pasado. ¿Está bien el corazón? ¿Se lo traerán?
El corazón es válido y Ana no lo sabrá hasta dentro de unas horas.