¿Por qué aparece el flato? Estas son las posibles causas y las maneras de evitarlo

Se trata de un fuerte pinchazo en la zona lateral del abdomen, es conocido también como "dolor abdominal transitorio". Estas son algunas maneras de evitar que aparezca

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Seguro que te ha pasado. Estás haciendo deporte tranquilamente y, de repente, notas un fuerte pinchazo en un lateral del abdomen. Se trata del flato, conocido por los médicos como dolor abdominal transitorio (DAT) y se relaciona con un movimiento repetitivo del torso. No es nada grave, sin embargo, es bastante incómodo y doloroso. Al principio se ceía que el flato aparecía como consecuencia de hacer ejercicio con el estómago lleno, pero acabó verificándose que esta hipótesis no era cierta. Aun así, correr recién comidos sí aumenta la probabilidad de que suframos flato.

A pesar de que no se conoce la causa concreta de la aparición del flato, hay algunas investigaciones, como la realizada por el Centro Andaluz de Medicina del Deporte, que han apuntado algunas posibilidades. Los investigadores destacan que el flato no tiene ninguna relación con el sexo de la persona que lo padece, ni si quiera con el índice de su masa corporal (IMC). No obstante, sí han encontrado una relación inversamente proporcional con la edad, ya que, cuanto más mayor eres, menos probabilidades de sufrir flato tienes. Entre las posibles causas dependiendo del tipo de deporte que se practique, en el estudio destacan las siguientes:

Isquemia diafragmática

Esta primera hipótesis ya fue planteada por otro investigador anterior. Quien, junto con su equipo de investigadores, asumió que dada la localización del dolor provocado por el flato y, teniendo en cuenta el efecto que provoca en el ejercicio físico, "la mecánica de funcionamiento de la musculatura diafragmática debía verse involucrada en su aparición". Sin embargo, los autores de este nuevo estudio argumentan que, aunque es cierto que "determinadas tareas de gran demanda física pueden propiciar un grado de isquemia muscular capaz de alterar la mecánica respiratoria diafragmática, este músculo tolera niveles de hipoxia muy superiores a los que la musculatura esquelética puede soportar, debido en gran parte al elevado porcentaje de fibras de contracción lenta que componen su estructura".

Calambre muscular

A pesar de que parece más habitual que el flato aparezca en una zona lateral del abdomen, se ha confirmado que el dolor provocado por él puede proceder de cualquier otra zona abdominal, ya que se encuentra completamente cubierto por tejidos musculares. Por lo tanto, la aparición de un calambre en esta zona podría ser la explicación sobre la consistencia del dolor, independientemente de cuál sea la localización del mismo. Los resultados obtenidos por este estudio, en el que aplicaron diferentes técnicas para prevenir la aparición de calambres (consumo de electrolitos o estirar la zona muscular afectada), parecían carecer de efectividad en un principio.

Sin embargo, los autores del estudio dicen que "no se debe excluir la posibilidad de que exista una relación entre el estiramiento muscular y el alivio de los síntomas propios del DAT. Esta observación, en principio anecdótica, se basa en el simple hecho de que ciertos movimientos del tronco que el deportista habitual suele realizar para estirar la zona abdominal, tales como las inclinaciones laterales, posibilitan el elongamiento del músculo cuadrado lumbar. Pudiera ser que maniobras de este tipo ayudasen a suavizar sus síntomas o incluso provocasen su remisión".

Estado postpandrial

Una de las principales razones que pueden dar explicación al origen del flato y, además, la única en la que parece haber un consenso entre expertos es, la influencia de la ingesta de comida o bebida antes o durante la actividad física. "Un recurso que parece efectivo a la hora de prevenir la aparición del DAT sería evitar cualquier tipo de ingesta 1-2 horas antes de la práctica de ejercicio físico y evitar las bebidas ricas en carbohidratos y de alta osmolaridad, como los preparados a base de fruto concentrado", aconsejan los investigadores.

Tensión ligamentosa subdiafragmática

Un estudio previo demostró que según el deporte practicado, había mayor o menor prevalencia de la aparición del flato. Descubrieron que es había más episodios en la natación (75%), seguido por la carrera (69%), equitación (62%), prácticas aeróbicas (52%), baloncesto (47%) y ciclismo (32%). "Se ha comprobado que en la carrera el DAT presenta una probabilidad de aparición dos veces mayor que en la caminata, mientras que en otros deportes como el ciclismo y el remo dicha probabilidad es menor. A partir de los datos obtenidos se puede observar que el DAT se presenta con gran frecuencia en aquellos deportes en los que predominan los movimientos repetitivos del torso, sobre todo en aquellos que implican traslación vertical", recalcan los investigadores.

Irritación peritoneal

"Conviene reseñar que dentro de la fisiopatología del dolor abdominal, destaca el dolor somático o parietal, originado por la irritación mecánica o química del peritoneo, y que es exacerbada por estímulos como la marcha, originado por la irritación mecánica o química del peritoneo, y que es irritada por estímulos como la marcha. Dado que la membrana externa del peritoneo se encuentra adherida a la piel y la membrana interna está en contacto con los órganos, el flato aparecería como resultado de la irritación peritoneal provocada por la fricción entre ambas membranas", explican en los investigadores el estudio.

Sobrecarga diafragmática

A pesar de que, en casi ninguno de los estudios que se han llevado a cabo hasta el momento sobre las causas del DAT, se ha dado voz a las opiniones de los entrenadores personales, fisioterapeutas y otros profesionales que tratan con los deportistas, en esta investigación se considera que debería ser importante conocer lo que estos trabajadores tienen que aportar respecto al tema, ya que "sus razonamientos combinan el conocimiento teórico con la experiencia práctica". Por ello, con las evidencias de las dificultades respiratorias que acompañan la apirición del flato, además de otros factores, "llevan a pensar que el diafragma podría desempeñar un papel fundamental en su etiología".

"Se debe tener en cuenta que cuando se realiza ejercicio físico, el diafragma no sólo se responsabiliza de la mecánica respiratoria, sino que también se ocupa de la estabilización postural, al ayudar a fijar el tronco durante las actividades que suponen variaciones en el centro de gravedad y ofrecer una base estable para que otros músculos puedan rotar y flexionar el tronco de acuerdo con las correspondientes exigencias deportivas", afirman el Centro Andaluz de Medicina del Deporte. A lo que añaden que "además, dado que el diafragma está rodeado por diferentes órganos, como el estómago o el hígado, los cuales experimentan desplazamientos verticales durante algunas prácticas deportivas, de no existir una adecuada sincronía entre el ritmo respiratorio y los movimientos a los que el tronco es sometido, el diafragma podría elongarse excesivamente y afrontaría sus funciones bajo circunstancias muy poco adecuadas, por lo que su trabajo se multiplicaría".

¿Cómo evitarlo?

"Como resultado de todas estas investigaciones, parece consecuente concluir que el DAT no es un simple conjunto de molestias localizadas, sino que debe ser interpretado como una dolencia con entidad y sintomatología propias que le permiten poder ser identificado y clínicamente diagnosticado", apuntan en el estudio. Ahora bien, ¿Cómo podemos evitar que nos de flato? Algunas medidas pueden servir para evitar que aparezca o reducir el dolor causado por él.

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