El dulce momento de Daniel Luque destaca entre otros premios menores

Que es el año de Daniel Luque no lo dice la tarde de hoy en Colmenar. Es un suceso de tardes y faenas que, allá cuando finalice la temporada por el mes de octubre, harán del sevillano uno de los ocupantes del pódium de honor de este 2022. Suya fue la faena de la tarde en el coso de La Corredera y suyo el triunfo de más peso en comparación con el que obtuvo Alejandro Talavante.

Abrió plaza un jabonero de tan escaso trapío como nulo cuello. El de Zacarías Moreno manseó de lo lindo en los primeros tercios y el capote de Morante quedó inédito. Como quedó también inédita la muleta cuando el sevillano comprobó que el animal era un mulo de carretas que solo servía para carne. Se lo quitó de en medio de una estocada habilidosa.

Nadie daba un duro tampoco por el frenado cuarto y su manso comportamiento de salida. Pero Morante obró el milagro y tornó las cañas en lanzas cuando se atornilló al ruedo y, a base de paciencia y mando, sacó dos tandas en redondo de ralentizado trazo y exquisito temple. Tampoco duró mucho más el toro, que echó el freno de mano después de esas dos series. Menos resolutivo estuvo con la espada, al pinchar primero y dejar una estocada casi entera en el rincón de Ordóñez.

Talavante se las vio en primer lugar con un toro que tapaba con la cara su vareada anatomía. Se gustó en las verónicas a pies juntos del saludo y se apretó después en un quite por chicuelinas. El toro del hierro madrileño tuvo bondad y calidad en sus viajes, aunque nunca estuvo sobrado de fortaleza. El extremeño sí que estuvo sobrado de temple aunque también se mostró ligero en los embroques. Se le fue la mano a los blandos a la hora de entrar a matar, lo que restó puntos al conjunto pero no fuerza a la petición de oreja que el palco consideró mayoritaria.

El que hizo cuarto tuvo más movilidad que entrega en sus embestidas. Quizá ese movimiento del conjunto confundió a algunos cuando Talavante ligó con más facilidad que sometimiento. Tanto la faena como el toro fueron decayendo poco a poco y todo lo igualó una fea estocada muy trasera, tendida y caída. Pero la gente quería ver salir a hombros al torero pacense y lo consiguió.

El castaño que hizo tercero se le vino muy recto a Daniel Luque cuando le presentó el capote de inicio. Tras una fuerte voltereta durante la brega en banderillas, el de Zacarías persistió en esa condición reservona a la hora de embestir. Siempre con la cara entre las manos, cuando se decidía a acometer a la muleta lo hacía al bulto. Muy firme el torero, que acabó extrayendo una tanda muy meritoria al natural en el centro del ruedo a base de obligar por abajo y atacar mucho al toro. Fue ovacionado tras una estocada desprendida.

Pero el suceso de la tarde llegó en el sexto, un toro que apretó en varas y puso en más de un apuro a Raúl Caricol en las labores de brega y a Juan Contreras en el primer par de banderillas. Ambos fueron volteados. El toro sacó fondo encastado, que no de clase, y fue prueba exigente para comprobar el dulce momento de Luque. Con el capote primero, permitiendo ver ese compás tan armónico de su toreo a la verónica. Y después, en un inicio de faena dominador sacándose al toro hasta el tercio con unos trincherazos sabrosos y mandones. El trasteo estuvo presidido por la emoción que deparaba el comportamiento del de Zacarías y la firmeza y disposición del torero sevillano. Mano baja para ir ordenando y sometiendo las emotivas embestidas del astado. Labor de intensidad siempre creciente que tuvo sus momentos de mayor verdad por el pitón izquierdo y que epilogó con sus ya clásicas luquesinas. Tras un espadazo trasero se le premió con las dos orejas mientras al toro se le daba la vuelta al ruedo en el arrastre.

Colmenar Viejo (Madrid), lunes 29 de agosto de 2022. 3ª de Feria. Algo más de media plaza.

Toros de

, bien presentados, aunque de muy desiguales hechuras y remates. Conjunto manejable en distinto grado, sin casta en su mayoría. Destacó el encastado y exigente sexto, de nombre 'Mocito', de 562 kilos y nacido en octubre de 2017, premiado con la vuelta al ruedo. El peor, el mulo que hizo primero.

Morante de la Puebla, silencio y ovación.

Alejandro Talavante, oreja y oreja.

Daniel Luque, saludos y dos orejas.

Enfermería: El subalterno Raúl Caricol fue atendido por el doctor Enrique Crespo de una "herida por asta de toro en la cara posterior, del tercio superior, del muslo izquierdo con una trayectoria hacia arriba de unos 15 centímetros que afecta al tejido subcutáneo sin penetrar en fascia muscular. Pronóstico, menos grave"