ILLESCAS

Importante tarde de Cristian Escribano y del hierro de Pallarés

El diestro Cristian Escribano, con tres orejas, salió a hombros en el coso cubierto de Illescas ante un notable corrida de Pallarés.

Derechazo de Cristian Escribano a su primer toro de Pallarés, al que cortó dos orejas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El diestro Cristian Escribano, con tres orejas, protagonizó una importante y maciza actuación en Illescas (Toledo) con una interesantísima corrida de Pallarés, con la que tanto Manuel Jesús "El Cid" como José Garrido puntuaron también, pero en singular.

Repetía Pallarés en la magnífica plaza cubierta de Illescas después de la gran corrida del hierro andaluz en este mismo coso el año pasado por estas fechas. Y, con una presencia algo menor que en 2018, Pallarés volvió a dar una muy interesante tarde de toros, junto a los toreros que se enfrentaron a ellos, por supuesto.

El Cid puso sosiego con su templada muleta después de que el primero de Pallarés, con el ojo izquierdo semicerrado, sembrara el desconcierto en los dos primeros tercios, haciendo pasar un mal rato a los banderilleros que intentaron realizar su cometido.

El sevillano, que saludó una ovación tras romperse el paseíllo, demostró su oficio pasando al santacoloma sin apuros aunque igualmente sin excesiva emoción. Mató a la primera pero su antagonista tardó en doblar, perdiendo al menos una oreja.

El cuarto procedía de Benítez Cubero, y ofreció un tranco soberbio en los primeros compases de su lidia. A gorrazos anduvo El Cid frente a un toro que rompió a extraordinario por el pitón izquierdo y no tanto por el derecho, lado por el que el de Salteras estuvo menos sutil al manejar la franela.

Pero al natural hubo series largas, ajustadas y templadísimas. Se llegó a pedir el indulto levemente aunque finalmente el premio quedó en vuelta al ruedo. El Cid entró a matar, acertando a la segunda con media atravesada.

Magnífico fue el recibo a la verónica de Cristian Escribano al segundo; tan lucido como natural y sin afectación. Siguió dándosele buena capa al toro en la brega a cargo de Raúl Cervantes, con el toro embistiendo por abajo hasta el final. Y qué cadencia la del toledano sacándose al toro en el inicio de faena llevándolo hasta los medios.

Gran toro de Pallarés, por los dos pitones, persiguiendo el trazo cadencioso que marcaba la muleta de un Cristian Escribano inspirado, variado, y muy torero. Una maravilla de naturalidad el torero, y de bravura enclasada el toro. Media estocada arriba fue suficiente para hacer rodar al toro y que las dos orejas fueran a las manos del buen torero toledano. La vuelta para el toro no habría estado de más.

No fue fácil el quinto, que se lo pensó bastante y al que había que esperar mucho hasta verle metido en la muleta. Tuvo importancia lo realizado por Escribano, tirando lentamente de la templada aunque dubitativa acometida del de Pallarés, llegando a ser volteado sin consecuencias.

Dos faenas distintas a dos toros dispares: uno para torearlo al deleite, y otro para hacer un esfuerzo. Con ambos dio la cara otro torero a tener en cuenta. Se llama Cristian Escribano.

Bueno fue también el tercero, con el que José Garrido lució tanto a la verónica en el saludo como en el quite por chicuelinas. Se acopló mejor Garrido por el gran pitón izquierdo, completando una faena en la que hubo momentos de gusto y otros menos conjuntados y ajustados por el derecho. Una contundente estocada al encuentro algo desprendida fue el broche que el extremeño puso a su trasteo.

El garbanzo negro de una muy interesante corrida fue el sexto, claramente reparado de la vista -solo veía por el izquierdo-, que arrolló a Garrido en el recibo y causó notable desconcierto entre los de luces.

Después de las protestas de toreros y público, el palco lo mantuvo en el ruedo y Garrido se puso por los dos pitones para pasarlo a media altura, justificándose, si bien perdió los papales un tanto al intentar acabar con el toro de manera poco correcta. No obstante rectificó a continuación y entró a matar, varias veces, por derecho, librándose del tercer aviso por los pelos.

Illescas (Toledo), domingo 1 de septiembre de 2019. Un tercio de plaza.

Toros de 

, de correcta presentación. Noble y con clase el primero. Extraordinarios el segundo y el cuarto, éste último de nombre Embustero, número 40, premiado con la vuelta al ruedo. Manejable el tercero, exigente el quinto, y reparado de la vista y muy complicado el sexto.

Manuel Jesús "El Cid", que sustituía a David de Miranda, ovación tras aviso y oreja tras aviso.

Cristian Escribano, dos orejas y oreja.

José Garrido, oreja y silencio tras dos avisos.

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