José Garrido y Ginés Marín continúan la fiesta en Granada

José Garrido y Ginés Marín, con tres y dos orejas, respectivamente, continúan con la fiesta triunfal, o triunfalista, según se mire, del Corpus granadino, que inauguró en la víspera el peruano Joaquín Galdós, dos tardes en la que se abrieron la Puerta Grande y en la que la afluencia de público fue más bien escasa.

Antonio Ferrera fue el único en salir a pie de la Monumental de Frascuelo tras marrar con los aceros la faena al cuarto, toro blando y que no transmitió absolutamente nada. Pero menos dijo la faena del balear, que en su haber solamente cabe destacar el tercio de banderillas compartido con Garrido. No obstante, si hubiera metido la espada a la primera seguro que hubiera obtenido algún trofeo.

Sí lo cortó, en cambio, del que abrió plaza, un animal muy justo también de todo, al que Ferrera diseñó una faena compuestita, con algún pasaje de notable torería sobre ambas manos, y mejor rubricada en la suerte suprema.

El triunfador numérico de la tarde fue José Garrido, que cortó un apéndice del segundo de corrida, toro tan encasado como justo de fuerzas, al que toreó con temple y ligazón, pero sin poder mandar por abajo. Un final efectista de cercanías, manoletinas incluida, y una estacada al segundo intento bastó para la concesión del trofeo.

El quinto fue un sobrero de Albarreal, que, sin mejorar demasiado la condición de los titulares de Gavira, al menos, sirvió para que Garrido pudiera lucirse en varias tandas por el izquierdo de buen porte. Eso, la decisión que mostró, y la estocada a la primera le permitieron cortar el doble trofeo.

Ginés Marín, que poco o nada pudo hacer con el mulo que hizo tercero, se desquitó con el sexto, al que instrumentó una faena de menos a más, con momentos lucidos en lo fundamental mientras duró el astado, y otros de garra y valor con el animal más aplomado, que, incluso, llegó a voltearle sin consecuencias. La congoja de la gente, y la buena estocada le granjearon las dos orejas.

Granada, jueves 31 de mayo de 2018. 2ª de Feria. Un cuarto de plaza.

Cinco toros de 

 y un sobrero -el quinto- de 

, muy desiguales de presentación, flojos, sin raza ni transmisión, que, en general, aportaron más bien poco, a pesar de la calidad escondida de algunos ejemplares como quinto y sexto, que acabaron asimismo apagándose pronto.

Antonio Ferrera, oreja y ovación.

José Garrido, oreja y dos orejas.

Ginés Marín, ovación y dos orejas.