VALLADOLID

El triunfo de El Juli y el discurso de Morante

El Juli sale a hombros tras cortar dos orejas mientras Morante firma una gran faena y Rufo resulta herido.

El Juli en su salida a hombros este viernes en Valladolid

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En una tarde en la que el mundo miraba a Reino Unido para escuchar el primer discurso de Carlos III, un puñado de locos, media plaza, presenciaban en Valladolid el discurso de Morante de la Puebla. Una notable faena del torero cigarrero en la que dejó patente una tauromaquia para saborear y degustar sin prisas. Un discurso ‘morantista’ sin una palabra de más que encandiló al coso del Paseo de Zorrilla.

Fue en el cuarto, al que cuajó de capote en un portentoso recibo a la verónica y otro aún más empacado en un quite por el mismo palo. El sevillano, que inició el trasteo con unos sabrosos y torerísimos ayudados rodilla en tierra, se explayó en una faena de gusto y expresión. Cargando la suerte, algo ya poco visto, y toreando sin inercias, enganchando la embestida para soltarla después de pasársela de verdad por la faja. No duró mucho el toro, pero mientras se movió, Morante lo disfrutó a placer. Lástima que la espada se fuese a los bajos. La petición del segundo trofeo la frenó el propio torero, detalle digno de valorar.

Un suspiro le había durado antes el primero a Morante. El toro con el Garcigrande salió con la vida justa y terminó de despeñarse con una vuelta de campana en el tercio de varas. Se afligió el animal y el de La Puebla macheteó para liquidarlo no con ciertas precauciones.

Inicio de faena rodilla en tierra de Morante de la Puebla al cuarto toro en Valladolid

Inicio de faena rodilla en tierra de Morante de la Puebla al cuarto toro en Valladolid

El Juli, a la postre triunfador del festejo, se encontró con un primero que fue la horma de su zapato. Un toro, un comportamiento y una faena mil veces vista y repetida que no por ello deja de tener efectos en los públicos. Administró el madrileño al toro del hierro de Garcigrande en los primeros tercios y en el inicio de faena para después apretarle por abajo para sacarle el fondo de nobleza que tenía. No acusó la lesión de cadera sufrida en Palencia y acabó de apurarle en la distancia corta. Se alivió como siempre a la hora de entrar a matar y cortó una oreja funcionarial.

La lección de Julián llegó con el buen quinto, un toro al que toreó con profundidad y largura por ambos pitones, si bien los momentos más rotundos llegaron por el pitón izquierdo. Para terminar de calentar a los tendidos, dos circulares larguísimos terminaron por rendir al festivo público pucelano, que pidió las dos orejas después media estocada trasera. Se mantuvo firme el palco, que concedió una oreja de mérito para El Juli.

Citando por chicuelinas, el tercero de Concha Hernández se echó a los lomos a Tomás Rufo. Se palpó la corva el toledano con la taleguilla rota y fue conducido hacia la enfermería. Cuando todo el mundo pensaba en la cornada, Rufo volvió al ruedo para primero, cerrar el quite, y segundo, para firmar una actuación presidida por el temple y la clase ante un toro que se vino muy pronto abajo. Lo cazó de una estocada desprendida y fue recompensado con una oreja mientras en la enfermería le era detectada una cornada envainada.

Visiblemente mermado de facultades salió a matar al sexto, un toro que se estrelló contra un burladero en el preámbulo muleteril, saliendo con el pitón totalmente partido. Éste de Domingo Hernández resultó después un astado carente de raza y movilidad al que Rufo le realizó una faena tan larga como voluntariosa.

Valladolid, viernes 9 de septiembre de 2022. 2ª de Feria. Media plaza raspada.

Toros de

aunque cuatro de ellos lucieron el hierro de

(1º, 2º, 3º y 5º), de amable presentación y desiguales hechuras. Conjunto manejable en distintos grados, destacando el fondo de nobleza de segundo, cuarto y quinto. El primero, imposible.

Morante de la Puebla, silencio y oreja.

El Juli, oreja y oreja.

Tomás Rufo, oreja y saludos.

Enfermería: Tomás Rufo fue atendido de una "cornada en cara posterior de muslo izquierdo con dos trayectorias, una hacia abajo de 8 cms y otra hacia la cara interna de 5 cms, que condiciona rotura de fascia y compartimento posterior del cuádriceps en 5 cms. Pronóstico menos grave que no requiere ingreso hospitalario".

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