¿Duermes demasiado? Esto es lo que debería durar una siesta perfecta

Corre el mito que en España somos profesionales a la hora de patentar el hábito de la siesta. Nada más lejos de la realidad. En países asiáticos llevan año acondicionando oficinas y lugares de trabajo para que los empleados puedan descansar y dormir un rato a mitad de su jornada laboral, con motivo de mejorar la productividad y la eficiencia. Tal es el caso que en lugares como en Estados Unidos, donde la traducción al inglés de la palabra siesta sería “nap”, aunque no es la más utilizada, ya que también se emplea directamente “siesta”.

Precisamente desde el país norteamericano llega un estudio de la NASA que analiza cuál debería ser el tiempo perfecto para descansar tras la comida y que nos permitirá concluir la jornada laboral con mayor eficiencia. En primer lugar, el estudio, publicado por el medio Business Insider, asegura que un análisis previo en pilotos de las fuerzas armadas estadounidense demostró la mejora en destreza y reflejos de los pilotos que habían tomado una siesta en comparación con los que no habían descansado.

Los datos de la NASA muestran que los pilotos que habían descansado durante 25 minutos en la cabina demostraron un incremento en el sentido de alerta de más de un 54% con respecto a los pilotos que no habían dormido. Ademas, podía apreciarse un incremento en hasta un 34% en la destreza a la hora de pilotar en horas de vuelo. Sin embargo, el mismo estudio demuestra que, quizás, 25 minutos podría ser demasiado para una siesta habitual en nuestro día a día.

¿Cuánto dura la siesta perfecta?

Aunque será del disfrute de muchos, tras años de estudios y análisis, la mayoría de la población es consciente de que una siesta de 2 horas, por más placentera o necesaria que pueda resultar en días puntuales, no es lo más recomendable para una rutina. Pero entonces, ¿cuál es el tiempo perfecto?

Las siestas de larga duración pueden llevar a un estado de desconcierto fruto de salir de un sueño más profundo: lo que se conoce como 'quedarse groggy' o, desde un término más técnico, la “inercia del sueño”. Por ello, el estudio de la NASA recomienda una siesta de entre 10 y 20 minutos. Un tiempo que te permite pasar únicamente por dos fases del sueño.

Aspectos a cuidar en la siesta

Además de la duración del tiempo que dormimos, debemos tener en cuenta otros aspectos como la calidad del sueño y, para ello, debemos estar pendientes de pequeños detalles en el entorno. Algunos de ellos son, por ejemplo, el lugar en el que descansamos. Los expertos aconsejan no echarse la siesta en el sofá, sino en una cama o un lugar más cómodo para optimizar más el descanso. De la misma forma, debemos evitar ambientes ruidosos como el que puede causar un televisor encendido.

Otro de los detalles que muchos habrán padecido es la temperaturas. A pocos se les escapa que una siesta en verano siempre es más sufrida que en invierno, y esto es porque las temperaturas extremas merman esa misma calidad del sueño. Descansamos mucho menos cuando estamos expuestos a un frío o a un calor excesivo.