Estos son los restaurantes de Madrid que están abiertos los lunes
Si hay un pueblo que sabe comer bien, ese es el español. Somos amantes de la buena mesa y un centro gastronómico es Madrid en donde podemos encontrar todo tipo de cocina
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cocinar es un arte. La gastronomía, casi una ciencia tanto en el arte de preparar buena cocina como en la aficción y el placer por el buen comer. Restaurantes hay muchos, que tengan galardones -ya sea el Premio Nacional de Gastronomía, los Soles Repsol, ese reconocimiento a la buena mesa o los tan afamados World’s 50 Best Restaurants o las aún más ilustres Estrellas Michelin- quizá sean menos, pero sin ser pretenciosos hemos elaborado una guía de grandes restaurantes que encontramos en Madrid. Todos ellos tienen una característica en común: lugares en los que se come bien, muy bien. Eso sí cada uno en su estilo y para los que se lo pregunte, sí, abren los lunes.
Además, cada uno de ellos se ha adaptado a las normas que ha impuesto en nuestra vida el SARS-CoV-2, al que todos llamamos coronavirus.
LAKASA
Moderno y luminoso, el restaurante LaKasa está perfectamente adaptado a los tiempos que corren, a la realidad que nos ha puesto delante el coronavirus.
Platos impecables con un toque informal, producto de temporada, una gran versatilidad para adaptarse a los gustos y necesidades de los clientes. Ofrece la posibilidad de medias raciones en casi todos los platos, platos en los que están en continua renovación. Destacan sus croquetas de setas, laminado de ventresca de atún rojo, verduras asadas con chistorra y huevo, roast pork de presa ibérica con salsa cumberland. Entre sus entrantes: los buñuelitos de Idiazabal que son todo un clásico de LaKasa, la cecina de buey y el pez limón en crudo con jugo de manzana y lima. Para los que desde el principio estamos pensando en el postre si tiene la suerte de comer en LaKasa no dude en pedir el Lakasito 4.0
Los platos más fijos alternan con los platos que se llenan con productos de temporada siempre apetecibles, sobre todo en temporada de caza. También son muy aplaudidos sus quesos.
RAFA
Lo que en sus principios fue una pequeña bodega, Rafa es ahora uno de los restaurantes marisquerías de referencia capitalina con una gran esencia familiar.
En Rafa no solo se pueden desgustar los mejores pescados y mariscos de nuestras costas, también carnes y guisos elaborados con gusto y sencillez, los mejores jamones ibéricos y su clásica ensaladilla rusa, mencionada en todas las guías gastronómicas. Gambas rojas del Mediterráneo, bacalao laminado al pil pil con riojana, el steak tartat con patatas fritas o el sabor del mar llevado a la excelencia con sus cocochas de merluza en salsa verde.
ALABÁSTER
En pleno centro de Madrid, en la calle Montalbán, se encuentra "todo el sabor de Galicia" en Alabáster: navaja en escabeche con cebolla roja encurtida y esféricos de jalapeño, lenguado a la sartén con crema de ajo y bimi al vapor, pasta negra casera con chips de ajo, tomate concasse y chipirones a la plancha, croquetas de mejillón tigre, sardinas ahumadas en tosta con queso de Arzúa, tomate y cebolleta. Si aún continúa sin salibar, o si puede seguir comiendo un poquito más nos vamos a los postres: cañas fritas rellenas de crema pastelera de vainilla de Tahití o mousse de queso San Simón, fresa y galleta. En resumen una cocina moderna y sencilla a la vez que respeta la materia prima.
Pese a su lema, Alabáster no es un restaurante gallego aunque la mayor parte de su producto viene de aquellas tierras, cuenta con marisco sin ser marisquería, excelentes pescados y buena carne.
SANTCELONI
En la cocina del
(premiada con dos Estrellas Michelin), liderada por el chef, Óscar Velasco, y el sumiller, David Robledo, se cuidan todos los detalles. Por si no sabe que pedir, si tiene el privilegio de disfrutar de una de sus mesas y de
, cuentan con resonada fama su sopa de liebre con butifarra casera, elaborada también con liebre y espinacas a la crema de piñones. O puede optar por las cocochas de merluza con judías del Ganxet al pilpil de zanahoria y cítricos; el salmonete con ceps, manzana, mostaza y mojo canario, o el canetón salvaje con espinacas, un pato al que somenten a un proceso de maduración con vino oloroso. De postre y ahora con el calor, ¿qué les parece un refrescante puré de mango con granizado de albahaca, coco y rábano picante?
ASTURIANOS
Tras la apariencia de una tasca, con una fachada muy discreta, encontramos una de las casas de comidas tradicionales de Madrid. Asturianos es el feudo de los hermanos Fernández Bombín, Belarmino y Alberto que ofrecen a quienes entran en su espacio gastronómico los platos tradicionales de su madre, doña Julia.
Platos de cuchara como la fabada, el pote de berzas, verdinas con marisco. Con la faba como protagonista, para eso vienen de Asturias, también puedes pedir rabo de toro, fabas con almejas, fabas con pollo de corral, fabas con boletus. Las verdinas con marisco no tienen nada que envidiar a las anteriores combinaciones de su hermana mayor. Como segundo plato, un pollo de corral estofado con manzana y de postre, flan de queso.
DON GIOVANNI
Es uno de los referentes de la cocina italiana en Madrid en la que puedes encontrar a políticos, empresarios, habituales del papel couché y ciudadanos anónimos. Don Giovanni es una genuina trattoria de las que podemos encontrar en cualquier callejuela recóndita de Roma. Su artífice es Andrea Tumbarello que traslada su extrovertida personalidad al restaurante en el que se puede degustar 70 variedades de pasta: espaguetis a la carbonara con salsa a la manera tradicional italiana sin nata, y acabado el plato en la mesa, delante del comensal. Tagliatele con trufa negra rallada por encima, risotto al champán, ravioli de carne o verdura con “scamorza” ahumada, y para terminar unos lunettes de queso con manzana caramelizada.
No, no hemos olvidado la pizza que como no podía ser de otra forma es una de las especialidades de Don Giovanni.
KABUKI WELLINGTON
La cocina de fusión hispano-japonesa tiene un nombre, Ricardo Sanz. Y Ricardo Sanz es el alma de Kabuki, situado en el hotel Wellington. En Kabuki se aplican las técnicas orientales a productos y recetas españoles, el resultado es una simbiosis perfecta. Quienes han comido la cocina de Ricardo Sanz recomiendan sus sashimis de cigala real, de besugo y amanita cesárea, de ventresca de atún, de salmonete con un crujiente de su propia piel, sardinas con migas manchegas, de chicharro con wasabi de montaña.
Destacan también los niguiris, sobre todo en los de gamba roja de Garrucha y los usuzukuris, como el de lenguado con salsa meuniere y el espectacular de salmonete con salsa de su hígado y la piel crujiente. De postre podemos elegir la gelatina de yuzu con pipas de calabaza y cremoso de chocolate blanco.
SACHA
Las revistas, los blogs especializados en gastronomía coinciden al califica a Sacha como el bistró clave de la gastronomía madrileña elegido por "los que más saben de comer bien". Escondido en la calle Hurtado de Mendoza a Sacha no le hace falta la publicidad por ello, ni tiene redes sociales ni web, solo un portal digital en el que se pueden hacer reservas. En Sacha, que surgió de la unión matrimonial de un vasco y una gallega, tiene que desgustar la tortilla vaga -hecha solo por un lado, semicuajada-, la falsa lasaña de txangurro y erizo de mar, el bocata de papada ibéria y trufa, los bocaditos de merluza a la romana, la ostra escabechada, para terminar y si se ha quedado con hambre, la tarta de queso dixperxa.
A Sacha Hormaechea, el hijo y actual regente de esta tradicional casa de comidas, debe su nombre este restaurante ajeno a las modas en la cocina.
SALÓN CASCABEL
El Salón Cascabel es una taquería evolucionada nacida de un grande de la cocina mexicana, Roberto Ruiz que logró una Estrella Michelin con Punto MX, el primer restaurante mexicano de Europa que podíamos disfrutar en Madrid y que, después de ocho años, y tras el cierre obligao por la COVID no va a volver a abrir sus puertas. Un disgusto para los amantes de la cocina de México, que sí podremos degustar tacos o margaritas en el Salón Cascabel que forma parte del espacio gourmet de El Corte Inglés. Roberto Ruiz también sigue adelante con Tacos, Margaritas y Punto en el Mercado de San Miguel. Tacos, totopos, micheladas, botana, guacamole, enchiladas, ceviches...
LA TASQUITA DE ENFRENTE
"En La Tasquita de Enfrente, no solo buscamos que la gente disfrute del plato, sino también del momento y de la experiencia", dice su alma mater, Juan López Bedmar que desde que se hizo cargo de la Tasquita sabía que quería un ambiente bohemio, de casa de comidas ilustrada, un lugar perfectamente integrado en el Madrid de las galerías de arte y los diseñadores de moda. Porque la Tasquita está en plena calle Ballesta entre Desengaño y la Corredera de San Pablo. A los clientes de la Tasquita no les hace falta carta, quien ha probado la ostra Gilardeau escabechada, repite. Los guisantes del Maresme, los pequeños y casi crudos con un velo fino de panceta ibérica y que estallan en la boca, son de los favoritos de los fijos en casa de Juanjo López que asegura que con el huevo y espardeña de la Tasquita... "se nos olvida todo lo malo".
LA BIEN APARECIDA
La cocina cántabra está muy bien representada en Madrid con La Bien Aparecida, que se localiza en la calle Jorge Juan. En La Bien Aparecida se da el perfecto equilibrio entre la cocina creativa y la tradicional. "Aquí la fantasía se aplica a productos nobilísimos y costosísimos……no se escatiman trufas, caviar, almejas, guisantes lágrima" podemos leer en su web y ver que en su carta no faltan las rabas, las almejas a la sartén, arroz con pollo, merluza en salsa verde o incluso un cocido montañés y el colinabo, un cruce de nabo con repollo que se cuece en un caldo de centolla durante 40 minutos para después confitarlo con mantequilla de cítricos.
Para completar una magnífica comida puede elegir tarta tatín templada con helado de vainilla o pan perdido con helado de caramelo.
ÁLBORA
En Álbora podemos comenzar con unos aperitivos como bocados como el eclair de anchoas, el chicharrón con pisto o croquetas. Seguimos con los entrantes: esferas de paté ibérico envueltas en col con salsa perigord; parfait cremoso de boletus con vinagreta de piñones; setas con yema de huevo de Mos, migas y caldo de las propias setas y raviolis rellenos de faisana estofada en su jugo. Estos platos son parte de una carta con la que Álbora se ha convertido en uno de los restaurantes más sólidos de Madrid bajo la dirección de Jorge Dávila. No es casualidad, por tanto que Álbora tenga una Estrella Michelin.
Álbora es uno de esos restaurantes en los que encontramos platos clásicos en los que las salsas y los fondos tienen un gran protagonismo.
LA MANDUCA DE AZAGRA
"Bienvenidos a casa, considérenla suya" es el saludo de Anabel, Raquel, Idoia, Juan Miguel los dueños de La Manduca de Azagra, un trocito de Navarra en la capital. Si comes en La Manduca de Azagra te van a encontrar con lo mejor de la huerta de Azagra en el plato como los pimientos de cristal acompañados con un huevo frito. Espárragos blancos, habas, borrajas, cardos, y una de sus grandes especialidades las alcachofas. Pero en La Manduca no solo hay productos del campo, también se puede degustar buenos guisos, carnes, pescados y su ensaladilla rusa.
Y de postre, torrija caramelizada con helado.
LÚA
"En Lúa hemos buscado inspiración en las recetas tradicionales de nuestras madres y abuelas para evolucionar hasta una cocina propia, de vanguardia" dice quien manda en sus fogones, Manuel Domínguez, un joven cocinero gallego, que tiene nombre propio en el panorama gastronómico madrileño. En Lúa apuestan por los platos que Manuel aprendió de su abuela en Galicia.
El pulpo a feira de Lúa es calificado como el mejor que se puede tomar en Madrid. No desmerece la empanada de zamburiñas, los callos con garbanzos, el lomo de ternera a la brasa. Hay platos menos tradicionales como los “nuggets” de mollejas de cordero, los tacos de rabo de toro, las bravas de langostinos, o la ensaladilla de mariscos. De postre se recomienda elegir las cañas fritas rellenas de crema.
LA TABERNA DE ELÍA
La Taberna de Elía es uno de sus lugares para carnívoros, para los amantes de la carne, carne. Está calificada como el mejor asador de Madrid y sus alrededores. En La Taberna de Elía encontramos tres espacios bien diferenciados: la barra donde degustar pinchos y raciones; el comedor principal donde está situada la parrilla de carbón y por último, la terraza para quien quiera comer al aire libre.
Como la materia prima estrella es la carne lo mejor es no pasarse con los entrantes, se recomienda un lomo de anchoa de Santoña, o lomo de sardina ahumada, o huevo frito con pisto. Es de obligado cumplimiento pedir el steak tartar picado a cuchillo. Muy recomendables las chuletas, y las morcillas y chorizos a la brasa.
DE LA RIVA
Abierto en 1932, De la Riva es ya toda una institución en Madrid y donde te sientes como en casa, sus clientes de siempre cuando terminan de comer hacen una sobremesa de las de antes con partida de mus y todo. En De la Riva no hay carta, su propietario Pepe Morán se la canta a los clientes, como en un bar de toda la vida. Quien va a De la Riva es que quiere plato de cuchara, desde el cocido hasta alubias. Un fijo de la casa son las rabas y la casquería como sesos rebozados, riñones de lechal o lengua de ternera.
Los postres, como no podía ser de otra manera, también caseros como el faln, tarta de queso o torrijas.