Los cinco errores que cometes al cuidar tu piel

Poco a poco van dañando nuestra piel 

Cuidado de la piel

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Cada vez más personas son conscientes de la necesidad de cuidar su piel, no solo como un mero asunto de estética, sino también como una cuestión de salud. Factores como la contaminación, el tabaco, el estrés y el clima pueden hacer que la piel se resienta. Para evitarlo, es importante acabar con los malos hábitos que llevan a tener una piel dañada, sin brillo y seca.

"Todo debe empezar por crear una rutina de cuidado y, lo más importante, mantenerla en el tiempo adaptándola a cada tipo de piel y sus necesidades", recuerda Mónica García Bodini, socia y fundadora de Vera Green. Y añade: "Sin embargo, aunque tengamos a nuestra disposición una amplia gama de productos, cometemos muchos errores que, sin darnos cuenta, van dañando la piel".

Estos son los cinco errores más comunes que se cometen a la hora de cuidar nuestra piel:

1. No hidratarla. La falta de hidratación se traduce en aspereza, descamación e, incluso, lesiones importantes. Para evitarlo, es necesario cuidar la piel tanto por fuera como por dentro. Beber agua a menudo y utilizar una buena crema hidratante es imprescindible para conseguir una piel bien hidratada. Las cremas hechas a base de aloe vera, son perfectas para ello, ya que es una planta con muchas propiedades y con un importante contenido en agua.

2. Escoger un producto que no sea adecuado para tu tipo de piel. Para ello, es necesario que sepas si tu piel es seca, mixta o grasa. La creencia de que solo las secas necesitan hidratación es totalmente falsa. Todos los tipos de dermis necesitan tratamientos hidratantes adaptados a ellas. Además, es muy importante tener en cuenta los ingredientes de la crema.

3. Utilizar el mismo producto para todas las zonas del cuerpo. No todas las partes del cuerpo tienen el mismo grosor, textura y pH. Por ello, cada zona requiere cuidados específicos. Este es el caso del contorno de ojos, una piel muy delicada y más fina que la del resto de la cara, por lo que tiende a arrugarse más.

Tampoco se debe pasar por alto el uso de las cremas de día y de noche indistintamente. Cada una tiene unas propiedades diferentes que se adaptan a cada momento del día y, por ello, no se deberían intercambiar.

4. Falta de constancia. Crear una rutina de limpieza y cuidado puede resultar tedioso, pero, si se desea conseguir resultados, es necesario ser constante.

5. Administrar más crema que la necesaria. Puede que utilicemos la mejor crema del mercado, pero no por aplicarla en mayor cantidad los resultados van a ser mejores. Aplicar una crema en exceso puede producir lo que se conoce como acné cosmético, debido a que la obstrucción de los poros puede provocar que la piel ni absorba ni respire.

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