Vivir en medio de objetos inútiles: el síndrome del acumulador compulsivo
Muñecos de peluche, tazas de té apiladas, frascos de cristal...Este trastorno afecta a un 2,6 % de la población mundial y no distingue entre hombres y mujeres ni culturas ni clases
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Edward Brown tiene 60 años y es vecino de la localidad de Blackburn a 34 kilómetros de Mánchester. Hasta hace unos días, Edward era un auténtico desconocido para sus conciudadanos y para la opinión pública, pero desde que su caso ha salido en la prensa, se habla de él en la ciudad y en los medios. En cierto modo, ha cumplido su objetivo, llamar la atención sobre su problema, el síndrome del acumulador compulsivo, y ayudar a otras personas que lo padecen como él.
"Coleccionar cosas a veces se me escapa de las manos", ha confesado a la BBC Edward, "pero el estrés de vivir con ese desorden me pone en 'modo déjame en paz'". Brown es consciente de lo que le pasa y por ello está luchando contra sí mismo y por mejorar su situación y la de otras personas como él, por ello ha sido una pieza clave para crear un grupo de ayuda ciudadanos de BlackBurn en condiciones similares. "Emociona apoyar a los acaparadores compulsivos y ver cómo mejoran su vida".
Qué caracteriza a la persona con 'trastorno de acumulación compulsiva'
El trastorno de acumulación compulsiva se caracteriza por "la dificultad permanente de descartar o desapegarse de posesiones, independientemente de su valor real. Como resultado hay una acumulación de posesiones que congestionan y desordenan los espacios donde uno vive hasta tal punto que el propósito de estos espacios se encuentra sustancialmente comprometido" describen los psiquiatras Katharine A. Phillips y Dan J. Stein.
Es un padecimiento crónico, los síntomas no remiten fácilmente ni de forma espontánea. Se inicia en la adolescencia y va empeorando con la edad causando un deterioro clínicamente significativo hacia los 45 años. Se estima que entre el 2 % y el 6 % de las personas padecen este trastorno que afecta indistintamente a mujeres y hombres.
"Los pacientes tienen una fuerte necesidad de guardar objetos, y experimentan angustia significativa cuando se separan de ellos o, simplemente, se plantean separarse de ellos", señalan los expertos. Quienes padecen este síndrome "acumulan una gran cantidad de artículos para los cuales no tienen suficiente espacio; estos congestionan y desordenan los espacios habitables de tal forma que no se pueden utilizar, salvo para guardar objetos acumulados. Por ejemplo, pilas de periódicos acumulados pueden cubrir el fregadero, las encimeras y las estufas de la cocina, impidiendo usar estas áreas para la preparación de comidas".
El trastorno puede llevar no solo a acumular objetos materiales, también animales, algo mucho más grave al entrar en juego seres vivos que necesitan cuidados y atención para no causar daños mayores a esos mismo animales y a los humanos. "La acumulación compulsiva de animales es una forma de trastorno de acumulación en el que los pacientes acumulan un gran número de animales y no les proporcionan una adecuada alimentación, sanidad y atención veterinaria a pesar de su deterioro -los animales pierden peso y enferman-, les proporcionan un entorno adecuado -hacinamiento extremo, condiciones altamente insalubres-.
¿Cuáles son los indicios de acumulación compulsiva que nos deben alertar?
La International OCD Foundation nos pone sobre los signos de comportamiento que nos deben llevar a sospechar que hay un trastorno de personalidad en este caso que padecemos o alguien que conocemos sufre de síndrome de acumulación compulsiva:
• Dificultad para deshacerse de las cosas
• Un gran desorden en la oficina, en el hogar, en el auto, o en otros espacios que dificulta el uso de muebles y electrodomésticos o que impide moverse con facilidad
• La pérdida de artículos importantes como dinero o facturas en el desorden
• Sensación de agobio a causa de la cantidad de posesiones que se han ‘apoderado’ del hogar o del lugar de trabajo
• Comprar cosas porque son una ‘ganga’ o para ‘abastecerse’
• No invitar familiares o amigos al hogar a causa de la vergüenza o la humillación
• Negar la entrada de gente a la casa para realizar reparaciones
Diferencias entre el síndrome de acumulación compulsiva y el síndrome de Diógenes
Ya ha quedado claro que quienes padecen el trastorno por acumulación compulsiva, son personas incapaces de deshacerse de pertenencias, ya que tienen la idea de que es necesario guardarlas, aunque esos objetos no tengan valor, ni sean útiles. Solo pensar en que se tienen que desprender de ellas, les causa angustia y ansiedad. Además, estas personas tienden a ser perfeccionista, le cuesta tomar decisiones y tienen dificultades para planificar y organizarse.
Sin embargo, quienes sufren síndrome de Diógenes tienen un trastorno de comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y social, así como por el aislamiento voluntario en el propio hogar y la acumulación de grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos, como aquella señora del Prat de Llobregat que acumulaba seis toneladas de basura en su casa. Los operarios de la limpieza municipales tuvieron que estar limpiando y sacando bolsas durante tres días.
El síndrome de Diógenes afecta, sobre todo, a personas mayores de 65 años, el trastorno de acumulación compulsiva se empieza a manifestar en la adolescencia y va creciendo con la edad.
Entre la coincidencias: ambos tienen una patología común una personalidad obsesivo-compulsiva o incluso se puede llegar a ambos padecimientos por una depresión.
Ambos síndromes, como otros muchos, se han visto agravados desde el inicio de la pandemia. No podemos pasar por alto que la solución al síndrome de acumulación compulsiva no pasa por limpiar el hogar de quien lo padece. Hacerlo y sin su permiso puede incluso provocar rechazo y no tener solución en un futuro.