Macron, y otras autoridades que pierden los papeles con el fútbol

La gran victoria de Francia ante Croacia en la final del Mundial ha traído mucha emoción y también euforia a los franceses, pero también a su presidente del país, Emmanuel Macron, que celebró eufórico el triunfo en el palco presidencial.

Además, la fiesta continuó -como era de esperar- en el vestuario donde los jugadores festejaban y derrochaban alegría y energía. A esta celebración tampoco quiso faltar el presidente Macron, que hizo junto a varios jugadores el conocido “dab-dance”.

Bien sabemos que ante momentos de felicidad es difícil contenerse o guardar el tipo, y es que no todos los días se consigue un ganar una Copa del Mundial. Recopilamos a continuación algunos de los momentos vividos ante un momento importante donde se han podido perder los papeles con la emoción.

Todos recordaremos aquel 11 de julio de 2010 cuando Andrés Iniesta consiguió hacer feliz a mucha gente, entre los que caben resaltar a los entonces Príncipes de Asturias y la reina Sofía que no pudieron contener la emoción y saltaron de alegría.

Otro momento memorable es el de la final del 82 en el Santiago Bernabéu, tras conseguir Italia vencer a Alemania, a Pertini se le olvidó el protocolo y saltó como un verdadero hincha ante la mirada de Don Juan Carlos.

Por último, y no por ello menos importante, fue el momento esperpéntico de la historia de los Mundiales, celebrado en el estadio José Zorrilla de Valladolid cuando se disputaba el partido entre Francia y Kuwait de la segunda jornada del grupo 4. El jeque Fahid Al-Ahmad Al-Sabah, presidente de la Federación Kuwaití de Fútbol, bajó al campo ante la atenta mirada de todos e hizo que el arbitro anulase el cuarto gol de los Franceses. Un minuto después, por cierto, los franceses volverían a marcar el cuarto y definitivo gol que les dio la victoria.