'COPE con la Magna', novena entrega: La Virgen del Silencio, la dolorosa que Picadueñas estrena bajo palio

Silencio es un nombre precioso para titular mariana de una cofradía que cruza, cada madrugada de Viernes Santo, las calles de Jerez desde el barrio periférico de Picadueñas hasta la Catedral de Jerez. Pero aún no asoma en la salida procesional de la Semana Santa, que cumplen los cofrades de la Hermandad de la Misión Redentora con la imagen de Jesús con la cruz a cuestas. Es, pues, otra de las que se descubrirán el 12 de octubre bajo palio.

En el programa descubrimos los detalles. Por ejemplo, un traslado el día de antes permitirá que en la tarde de la Procesión Magna pueda salir de la Basílica Patronal de Nuestra Señora de la Merced. Tiene mucho más valor que el de la mera comodidad para que el inicio del camino hacia la Plaza de la Asunción no deba realizarse muy temprano. Lo cierto es que son los religiosos mercedarios los que rigen la parroquia del Corpus Christi, sede de la Hermandad.

La imagen de María Santísima del Silencio es obra del portuense Ángel Pantoja. Procesionará sobre el paso de palio de la sevillana Hermandad del Padre Pío, que cada Sábado de Pasión saca en él a la Madre de la Divina Gracia. Varales y candelabros de cola de Santos, candelería de Villarreal y respiraderos de Castilleja dotan ese altar procesional en el que la Virgen lucirá saya de tisú de plata realizada por su camarera y manto y corona de la Divina Gracia.

La Sociedad Filarmónica de Albaida del Aljarafe la acompañará con su música en la ida hacia la Plaza de la Asunción, donde ocupará el séptimo puesto de los 37 pasos, y a la vuelta desde calle Eguiluz cuando, concluido el camino común de los participantes en esta Procesión Extraordinaria Mariana, regrese directamente a su parroquia de Corpus Christi, en Picadueñas.

El sacerdote Juan Antonio Vital, el asistente eclesiástico de la Unión de Hermandades, nos invita hoy a contemplar "el encuentro entre Dios, que da a su Hijo, y María, que lo acoge, como un acontecimiento clave, es la fuente de la que siempre manará el encuentro de toda alma de buena voluntad con Dios Padre". "Desde que María dijo si al Anuncio del Ángel, el Padre continúa proponiendo a su Hijo a cada uno de nosotros", añade.