La estela “de guerrero” localizada en Belalcázar y que pronto podrás ver en el Museo Arqueológico de Córdoba
Esta pieza forma parte de las ‘estelas del suroeste’ pertenecientes a la época del Bronce Final
Córdoba - Publicado el
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Los amantes de la historia tendrán la oportunidad de ver en el Museo Arqueológico de Córdoba una estela que fue localizada en Belalcázar. Esta tiene grabados de representaciones de guerreros y pertenecía al conjunto de las estelas del suroeste, piezas fechadas entre la fase final de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Estas piezas se caracterizan por estar realizadas sobre un soporte pétreo y tener grabadas representacoines esquemáticas de guerreros rodeados de su armamento y sus objetos personales decorativos o de prestigio. La técnica empleada para realizar las representaciones de estas estelas solía ser la del grabado mediante incisión, realizada con diferentes tipos de cinceles de bronce.
Aunque esta pieza no es única, tiene su valor por formar parte de un conjunto que la histografía conoce como ‘estelas del suroeste’, pertenecientes a la época del Bronce Final en el primer tercio del I milenio antes de Cristo, caracterizada por la consolidación de jefaturas guerreras en sociedades jerarquizadas social y políticamente.
LA PIEZA
La pieza encontrada en Belalcázar es un fragmento de 38 x 25 centímetros, por lo que presenta un menor tamaño respecto a otras similares. Lo que se aprecia grabado en superficie es, aparte de una esquemática forma que recuerda una flecha, parte de una panoplia guerrera, concretamente un escudo circular, idéntico a los representados en otras estelas aparecidas en lugares cercanos, como las de El Viso, también custodiadas en el Museo Arqueológico.
Por su lugar de aparición, en el norte de la provincia de Córdoba, la estela se incluiría en el grupo ‘Valle del Guadiana-Zújar’, al que pertenecen también otra estela de Belalcázar y seis procedentes de El Viso. Concretamente estas estelas aparecen en Córdoba ademásde en la zona norte, en el curso medio de Valle del Guadalquivir. En el Museo Arqueológico de Córdoba se conservan dos de este tipo procedentes de El Viso y la Estela de Ategua, más relacionada con el mundo mediterráneo oriental.
El hallazgo tuvo lugar en la Finca El Trapero donde un pastor la localizó y lo puso en conocimiento de un vecino del municipio, estudiante de Arqueología que ha realizado su Trabajo de Fin de Grado sobre este tipo de estelas en la Universidad de Extremadura. Ambos pusieron el hallazgo en conocimiento de la Jefatura de Policía Local de Belalcázar que, como establece la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, dio traslado la Delegación de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico.
En ese momento un arqueológo de la Junta de Andalucía visitó el hallazgo y verificó la pieza arqueológica, que inmediatamente fue traslada al Museo Museo Arqueológico de Córdoba donde se depositó y custodió.
Fuero hallazgos causales pero de un gran valor histórico que ahora ha pasado a ser un bien de dominio público para que todo aquel que esté interesado pueda disfrutarlo apreciando cada uno de sus detalles.
OTRAS ESTELAS
Otras estelas se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional, una de El Viso; en el Museo de Badajoz, una de El Viso y otra de Belalcázar; en la Biblioteca de Villafranca, una encontrada cerca de Alcolea; formando parte del muro de la Torre de Garci Méndez en El Carpio; en el Museo de Montoro; y en fincas u otros lugares como Montemayor, Alcurrucen en Pedro Abad, Gualdalcázar, Espiel o Cerro Muriano.
Una característica común es que aparecen sin contexto arqueológico. Además la interpretación de estas singulares estelas sigue siendo, hoy día, una duda sin resolver por los arqueólogos. Durante un tiempo su utilidad se relacionó con rituales funerarios, como tapadera de una tumba de incineración, aunque más recientemente se apunta la posibilidad de que su funcionalidad pudiera estar relacionada con una forma de señalizar un territorio determinado y sirvieran para indicar rutas comerciales, límites de un determinado territorio o espacios controlados por élites guerreras.
Suelen aparecer en territorios relacionados con vías de comunicación y control de las mismas, con un patrón de asentamiento de núcleos conectados a las vegas fértiles, bien defendibles, con especial interés en el control de vados y pasos, de gran importancia además como paso de ganado en los ciclos estacionales.
Por el momento ha entrado en el Museo Arqueológico de Córdoba, pero aún no está expuesta al público.