Una farmacéutica explica por qué la mujer tiene que tener una salud diferencial: "Los síntomas de infarto son distintos"

El mismo tratamiento médico puede tener un resultado muy distinto en hombres que en mujeres, con la misma lógica que tiene que haya enfermedades que son más comunes en ellas y otras a las que los hombres son más propensos. Son nuestras evidentes diferencias biológicas las que marcan esta diferencia y los profesionales sanitarios, conscientes de ello, defienden que la forma en que se aborde la salud de las mujeres también sea diferencial. 

A pesar de los importantes avances en igualdad de género de los últimos años, la atención médica sigue siendo, todavía, un terreno en el que las mujeres enfrentan mayores obstáculos que los hombres. Por eso desde el Real e Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla (RICOFSE) han ideado el primer curso de Salud Diferencial de la Mujer. 

Nuria Muñoz, vicesecretaria del RICOFSE, ha explicado en Herrera en Cope Sevilla, que el objetivo es que se asuma que en medicina, pero también en psicología, la mujer necesita su propia vía de tratamiento, de investigación y hasta de encaje distinto de cada enfermedad que les afecta.

Un ejemplo de ello, asegura Muñoz, son las enfermedades cardiovasculares, principal causa de mortalidad en las mujeres. "Se sabe que la mujer tiene diferentes síntomas cuando le está dando un infarto que el hombre, cuando un hombre tiene opresión en el pecho o dolor en el brazo se piensa que es un infarto, pero si es una mujer se cree que puede ser ansiedad y hay otros síntomas como por ejemplo un dolor mandibular que no se relaciona con ello".

Acabar con esta brecha, defienden desde RICOFSE, requiere un plan de formación y concienciación, tanto de la población como de los sanitarios, ya que hay falta de conciencia por parte de la mujer de la evidencia científica que avala su salud diferencial.

El curso nace con el objetivo de fortalecer el papel del farmacéutico como educador y promotor de la salud de la mujer, promoviendo un mensaje único en la atención al paciente y una mayor coordinación entre los distintos profesionales sanitarios. La comunicación entre médicos, farmacéuticos y psicólogos es clave para garantizar un abordaje integral y evitar diferencias en la información que recibe la mujer en cada punto de atención sanitaria.

Durante la presentación del curso, la secretaría del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, Rosalía García, destacó la relevancia de esta iniciativa: "la farmacia comunitaria, por su cercanía y accesibilidad, es un pilar fundamental en la educación sanitaria de la mujer por eso este curso, con un enfoque sanitario con perspectiva de género y sexo, permitirá a los farmacéuticos adquirir herramientas para detectar, orientar y acompañar a las pacientes en su autocuidado, mejorando su salud y calidad de vida".

Tampoco existe una investigación diferencial, explican estos profesionales, ya que muchas mujeres son excluidas de los ensayos clínicos. Cuando la realidad es que "las mujeres, normalmente, tenemos más reacciones adversas a los medicamentos". Las diferencias hormonales y las sociales, como son la carga mental y emocional que suelen asumir, son factores que también reclaman que se tengan en cuenta.