Las tractoradas colapsan los accesos a la ciudad de Zaragoza

Si este viernes has tenido que entrar o salir de Zaragoza con el coche, es muy posible que hayas tenido que armarte de paciencia. Las carreteras de acceso a la capital y algunas vías cercanas, se han colapsado. La Delegación de Gobierno mantiene activo, desde primera hora de la mañana, el centro de coordinación con Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local de Zaragoza. Se han habilitado aparcamientos disuasorios en los accesos a las 3 capitales para evitar que los tractores bloquearan el acceso a los servicios básicos y que la ciudadanía pudiera circular.

Ha habido momentos de tensión en algunos puntos. Los agricultores han cortado el acceso desde la A-23 por Valdespartera. Allí, la policía les ha impedido seguir, han dejado sus tractores aparcados y han continuado a pie. A Marta y Juan, dos autónomos que viven en Cuarte de Huerva y que viajaban a Madrid por negocios, les ha sorpendido el atasco y han tratado de coger la A-2 desviándose hacia Cariñena, por la A-23. "Hemos intentado ir por carreteras comarcales, nos ha costado más de dos horas", explicaban.

En la A-23, 200 agricultores han cortado la vía en Calamocha. Allí, montado en su tractor, estaba Víctor, con la intención de mantener el corte todo el día. "No vamos a parar", decía. Un argumento que repetía también Jesús, montado en su tractos en el corte de la carretera de Castellón a la altura del polígono San Valero.

Entre otras incidencias, la autopista AP-2 se ha cortado en La Almolda y en Calatayud; la A-2 en La Almunia y la N-2 en ambos sentidos. Ha habido problemas en Mallén, en Borja o en Magallón, entre otras localidades.

Protestas en FIMA

Los agricultores se preparan también para tomar las entradas de FIMA, la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola, que se inaugura el martes que viene, día 13 y durará 5 días. Cuenta con 100 mil metros cuadrados y es un todo un referente mundial. Piensa que ha llegado a tener 200.000 visitantes. Para que te hagas una idea, es casi como tres veces la población de toda la ciudad de Huesca y la Teruel juntas. Las mismas personas que la visitan son las que estos días están subidas a un tractor protestando en las carreteras.

Y lo van a seguir haciendo, dentro y fuera, porque es un escaparate. Las organizaciones agrarias ya lo han avisado. Desde Feria de Zaragoza han pactado que esas reivindicaciones, que entienden, sean compatibles con el evento. Su presidente, Manuel Teruel, pide "que no haya algaradas". Asegura que se ha trabajado "muy bien" con las organizaciones y que "nada hace pensar que no se vaya a respetar" el evento, aunque está por ver que pasa con las movilizaciones 'espontáneas'.

Con este panorama, te preguntarás: ¿Se atreverá a venir el ministro de Agricultura, Luis Planas? Está previsto que sí, pero aún no sabemos el día. No será en la inauguración pero la agenda se decidirá en función de los acontecimientos.

Feria referente

FIMA cuenta con la presencia de más de 1.200 marcas de 35 países. Pero las movilizaciones no van a impedir que todos los tractores y la maquinaria hayan llegado a tiempo. El director de Feria de Zaragoza, Alberto López, ha explicado que se han hecho cargo de la custodia del material, permitiendo a los expositores adelantar el montaje.

La Feria cumple 60 años. En esta edición, la número 43, los ejes se van a mover en torno a la agricultura de precisión, la digitalización, la sostenibilidad o el papel de los jóvenes y las mujeres en el sector agroalimentario.

Se van a celebrar 64 misiones comerciales para abrir nuevas líneas de negocio en el exterior. Se presentan 17 novedades técnicas, dos de ellas de empresas aragonesas. Los principales grupos operativos participarán en el noveno Foro Nacional de Desarrollo Rural. Y todo ello con jornadas de actualidad sobre prácticas innovadoras, como la gestión de nutrientes o la adaptación de cultivos al cambio climático.

Manuel Teruel recuerda que "nos jugamos mucho", por eso pide que las protestas se hagan "con cabeza". Y es que la cifra, lo dice todo: en 2020 se superaron los 200 millones de euros de impacto económico en Zaragoza.