El Arzobispo de Oviedo en Covadonga: "Aquí no sobra nadie, ni tampoco nos falta ninguno"

Si el presidente del Principado, Adrián Barbón, y la Delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, pretendían con su ausencia, por primera vez, a los actos religiosos del Día de Asturias en Covadonga, acallar al Arzobispo de Oviedo o reducir el impacto de sus palabras, parece que no lo han conseguido. 

Mons. Jesús Sanz Montes, comenzó ironizando sobre el plantón, señalando que "dado que algunos están empeñados en enseñarme a predicar, intentaré mejorar y ser un niño aplicado", para luego dejar claro que "no hace falta que me enseñen cómo se hace una homilía, o que sincronizadamente pretendan censurármela desde el conocido género tan manido del fango ultraderechista de marras".

Con rotundidad, el Arzobispo de Oviedo recordó que "este púlpito no tiene detrás unas siglas políticas, aunque algunos se empeñen en ponerlas, sino un juicio moral que nace de la palabra de Dios y de la tradición cristiana. Porque aquí no hablamos de indultos, ni de cupos ni de amnistía. Ni de impuestos turísticos siquiera. Ni de los bulos de los que quieren gobernarnos por bulerías."

"Bienaventurados los que amáis la verdad, esa que nos hace libres, como nos dice Jesús", destacó, animando a distanciarse "de la mentira y de los mentirosos, cuando sin recato se banaliza la palabra dicha y luego contradicha sin ruborizarse, cambiando de idea o traicionándola".

Mons. Sanz Montes, animó a vivir "sin esconder nuestra convicción creyente tras las bambalinas de trastiendas acomplejadas"  pasando a recordar la posición de la Iglesia sobre temas que pueden resultar polémicos como la vida, la igualdad de género o el medio ambiente. 

"Bienaventurados los que amáis la vida en todos sus tramos y circunstancias", destacó el Arzobispo, recordando que eso incluye "la del no nacido, la del anciano o enfermo terminal y la vida que está entre ambos extremos, a veces penando por la precariedad económica y laboral, por la falta de libertad o la inseguridad que genera toda violencia, sea cual sea su trinchera."

Sobre las políticas de género, mons. Sanz Montes también calificó de "Bienaventurados los que amáis la igualdad entre hombre y mujer en su complementariedad diferenciada. Sin el machismo prepotente que mata y sin el feminismo empoderado y excluyente que impone su dictadura de género".

Y respecto al medio ambiente, "Bienaventurados los que amáis esta casa común que es la madre tierra. Cuidándola y respetándola como dice el papa Francisco, sin ceder a ideologías climáticas de los que hacen su agosto a su costa todos los meses del año.

AQUÍ NO SOBRA NADIE, ni tampoco nos falta ninguno

A la misa en el Santuario de Covadonga, no acudieron ni el presidente del Principado, ni el de la Junta General, ni la Delegada del Gobierno en Asturias, pero sí el alcalde de Cangas de Onís y varios miembros de su corporación. También estuvo el presidente del PP asturiano, Álvaro Queipo, el secretario general de Foro, Adrián Pumares, o la portavoz parlamentaria de Vox, Carolina López. 

El Arzobispo agradeció la presencia de todos los que se acercaron este 8 de septiembre a Covadonga, recalcando que "aquí no sobra nadie, ni tampoco nos falta ninguno de los que declinan entrar en la casa de María, ausentándose por razones tan dudosas como extrañas". 

Para mons. Jesús Sanz Montes, está claro que "hay polémicas que son artificiales y que están sincronizadas. Que se necesitan para disimular las carencias, maquillar las vergüenzas y ocultar con distracciones varias las verdaderas intenciones".

El Arzobispo incluso citó un fragmento de la canción "A quien corresponda" de Joan Manuel Serrat, que recibirá en breve el premio Princesa de Asturias de las Artes: “Que no hay quien confíe en su hermano, que la tierra cayó en manos de unos locos con carnet. Que el mundo es de peaje y experimental, que todo es desechable y provisional. Que no nos salen las cuentas, que las reformas nunca se acaban".

Un "pesimismo realista", que, según Sanz Montes, "lo despejamos en un día como este cuando nos asomamos, admirados, a la belleza que nos circunda. Cuando recordamos, agradecidos, la larga tradición que nos precede". 

El Arzobispo finalizó su homilía recordando que "las puertas están abiertas en la casa de María y la libertad intacta para quien quiera acercarse",  deseando un "Feliz Día de la Santina de Covadonga, nuestra Patrona", y un "Feliz Día de Asturias, nuestra patria chica y querida. Que el señor os guarde y os bendiga siempre". 

Tras la misa en la Basílica, la imagen de la Santina fue llevada, como es tradicional, en procesión hasta la Santa Cueva.