Alcocer consigue mantener su farmacia y evitar su cierre

Tras casi un año de gestiones, finalmente el municipio de Alcocer, ubicado en la Alcarria baja entre los embalses de Buendía y Entrepeñas, en Guadalajara, ha encontrado relevo para quedarse con la farmacia tras la jubilación de la anterior boticaria cuya familia lleva dando este servicio desde hace 150 años.

“Nos ha costado bastante encontrar a la farmacéutica", que estaba trabajando para otra farmacia y ha decidido emprender y hacerlo en el mundo rural, ha explicado a EFE el alcalde de Alcocer, Borja Castro, quien ha añadido que esa era la principal dificultad porque la farmacia del pueblo es rentable y la anterior farmacéutica traspasaba la licencia en condiciones muy ventajosas ya que no tenía un interés económico, sino que quería que perviviera ese servicio.

A eso se sumaba que la farmacéutica anterior se jubilaba y la farmacia estaba instalada en su vivienda, con lo que traspasaba la licencia pero había que buscar una nueva ubicación y desde el Ayuntamiento se ha facilitado el local, ha explicado Castro.

El Ayuntamiento de Alcocer estaba sobre unos antiguos calabozos, que luego se reconvirtieron en lo que se llamó la Casa de los teléfonos, donde vivía la familia que trabajaba para la Telefónica y ahora eran unas salas abandonadas que se están rehabilitando para farmacia.

Así, el local, de 60 metros cuadrados, que es lo que se necesita para una farmacia, se cede en un régimen de alquiler por un coste simbólico de 50 euros que permita pagar los costes básicos de agua y luz.

La anterior farmacéutica ya ha traspasado la licencia a la nueva boticaria y se calcula que para mediados de junio estará ya operativa la nueva oficina de farmacia.

“Esto nos permite que, siendo un local municipal, si el día de mañana esta farmacéutica se jubila y quiere traspasar la licencia, el local siempre está y de alguna forma estamos garantizando el servicio sine die”, ha destacado el alcalde.

En los últimos años, la localidad, con unos 350 vecinos, ha experimentado un crecimiento en la apertura de nuevos establecimientos rurales y la llegada de nuevos vecinos, además, se ha multiplicando por cuatro el número de alumnos matriculados en la escuela rural, por lo que un servicio como el de farmacia es esencial y tiene garantizada su rentabilidad, ha afirmado el regidor.