100 horas corriendo contra el cáncer:"Estaba en deuda"

Palencia vibró de emoción al recibir a David Ontaneda, el ultrafondista que completó el desafiante reto de correr 100 horas ininterrumpidas contra el cáncer, culminando en la avenida de la República Argentina tras cuatro días de esfuerzo descomunal. Sin embargo, lo que destacó más allá del reto físico fue la solidaridad y el compromiso con una causa que afecta a millones de personas en el mundo.

Ontaneda, un apasionado del ultrafondo y padre de familia, se embarcó en este desafío no solo para poner a prueba su resistencia, sino para concienciar y recaudar fondos en favor de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). El cansancio físico pasó a un segundo plano. Lo que realmente empujó a seguir adelante fue pensar en todas esas personas que enfrentan el cáncer cada día. Para este corredor palentino, correr era una forma de mostrarles que no están solos. Él tampoco lo estuvo, centenares de palentinos han estado acompañándole durante estos 4 días de lucha contra sus propios límites.

Un desafío extremo por una causa mayor

El reto comenzó el pasado miércoles por la mañana, bajo los primeros rayos de sol que iluminaban la figura del Cristo del Otero, un símbolo en la ciudad de Palencia. Desde allí, David se trasladó al parque de los Jardinillos, donde la AECC y el club de Atletismo Saborea 4 Cantones había diseñado un circuito de 650 metros. Durante los siguientes cuatro días, recorrió ese trazado una y otra vez, acompañado por decenas de personas que se unieron en distintos momentos para apoyar su hazaña.

A pesar de las dificultades, como el mal tiempo y las bajas de tensión, David superó el agotamiento con la ayuda de su equipo, incluyendo a su médico, Ángel. "El último día fue complicado, el cuerpo ya estaba al límite, pero con la ayuda de Ángel, el médico que ha estado vigilándome durante el desafío, logramos sobreponernos", explicó.

A falta de una hora para el final de este reto, el ultra fondista ya acumulaba 377 kilómetros en sus piernas, pero quedaba lo mejor.

El último tramo y un recibimiento emocionante

Ayer domingo por la mañana, alrededor de las 11:30, Ontaneda emprendió la recta final hacia la avenida de la República Argentina. Fue recibido con aplausos y vítores por una comitiva de corredores y transeúntes que le acompañaron durante el último tramo. La ciudad de Palencia salió a las calles para mostrar su apoyo y gratitud por el esfuerzo de David.

Al llegar a la meta, situada en la plaza de Pío XII, el ambiente era de celebración. La presidenta de la AECC en Palencia, Rosa María Andrés, recibió a Ontaneda con un emotivo abrazo que simbolizó lo que significaban esas 100 horas corriendo: una lucha compartida. "Es la sensación de haber empujado los límites del cuerpo", comentó David, aun envuelto en la bandera de su ciudad.

La marcha solidaria y la respuesta de Palencia

Justo después de la llegada de Ontaneda, dio comienzo la XII edición de la marcha contra el cáncer, organizada por la AECC y el Club de Atletismo Saborea Cuatro Cantones. La lluvia, aunque persistente, no detuvo a los 5.000 participantes que tiñeron de naranja (color de la camiseta de esta edición) el centro de Palencia, en un recorrido que simbolizaba la unión de la ciudad en la lucha contra el cáncer.

La presidenta de la AECC, Rosa María Andrés, destacó la importancia de este tipo de iniciativas y subrayó que, a pesar de las inclemencias del tiempo, la participación fue superior a la de años anteriores. "Cada año es más especial. El compromiso de los palentinos con esta causa no deja de crecer. Destacar el esfuerzo de David Ontaneda. Su espíritu de superación ha traído aquí a buena parte de Palencia", afirmó Andrés. Aunque la organización esperaba alcanzar los 6.000 inscritos, los 5.000 participantes representaron un hito en la lucha contra el cáncer en la ciudad.

David Ontaneda: Una vida dedicada al deporte y la solidaridad

Este reto no fue el primero ni será el último de David Ontaneda. El ultrafondista lleva años utilizando sus carreras de larga distancia como plataformas para recaudar fondos y visibilizar causas solidarias. En 2022, David corrió 212 kilómetros en su primer gran desafío. 

La organización que primero recibió este apoyo fue "Menudos corazones", ONG que apoya a niños con cardiopatías congénitas, una causa personal que lo marcó profundamente cuando uno de sus gemelos fue diagnosticado con una grave afección cardíaca al nacer.

“Fue el 23 de diciembre de 2016, víspera de Nochebuena, cuando la cardióloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid nos comunicó a mi mujer y a mí que uno de nuestros gemelos venía con una cardiopatía congénita y tendría que ser operado del corazón al nacer. Fue un momento tan duro como inesperado", relata este palentino.

Me sentía en deuda, por eso hago estas carreras

“La fundación Menudos Corazones nos abrió entonces sus puertas ofreciéndonos de forma desinteresada todos sus recursos para sobrellevar de la mejor manera posible la incertidumbre a la que nos enfrentábamos; y, envueltos en el frío del delicado pronóstico, sentimos el calor de unos brazos que nos ofrecieron todo su ánimo y apoyo. Me sentía en deuda, por eso hago estas carreras de ultrafondo con las que intento dar visibilidad” aseguraba a COPE.

Hoy, afortunadamente, Miguel tiene siete años y su cardiopatía congénita está estabilizada; y a día de hoy, goza de una salud que le permite realizar una vida como la de cualquier otro niño de su edad.

Con su historia, Ontaneda demuestra que el deporte puede ser mucho más que una competencia. Para él, es una herramienta para cambiar vidas. "Cuando corres por una causa, cuando ves cómo tu esfuerzo puede marcar la diferencia, todo cobra sentido", dice con humildad.

Más que carreras: un compromiso de por vida

David Ontaneda sigue desafiando los límites de su cuerpo, siempre con la mirada puesta en los demás. Las 100 horas contra el cáncer han dejado huella en Palencia, no solo por la hazaña física, sino por el ejemplo de resiliencia, altruismo y solidaridad que David representa.

Estaremos atentos a su próximo objetivo que seguirá teniendo un propósito claro, independientemente de la ONG destinataria: correr para cambiar vidas y seguir demostrando que, frente a las adversidades, siempre hay una manera de luchar, correr y ganar.