sociedad
Así funciona el derecho al olvido oncológico
El 80% de los jóvenes entre 18 y 35 años que han sufrido leucemia se encuentran con impedimentos a la hora de contratar un seguro o un crédito bancario
Barcelona - Publicado el
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El llamado "olvido oncológico" trata de garantizar a las personas supervivientes de cáncer la no discriminación por parte de entidades bancarias y aseguradoras. Esta discriminación nace cuando estas empresas tienen en cuenta el historial médico del cliente y deciden no ofrecerles sus servicios, como un seguro de salud, por ejemplo. A todo esto, la mayoría de los países europeos ya han legislado sobre ello.
En 2022, el Parlamento Europeo ya incluyó en una resolución el derecho al olvido oncológico. En él, marcó como límite el año 2025 para que los países de la UE lo incluyeran en su legislación. El objetivo de esta medida era garantizar este derecho a todos los pacientes europeos 10 años después del final del tratamiento y, como tarde, a los 5 años en el caso de los pacientes menores de 18 años.
este derecho dice NO a "REENFERMAR" A LA PERSONA SUPERVIVIENTE
Según expertos, este tipo de discriminación se traduce en una revictimización del superviviente. En palabras de Antoni Baena, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y director del máster de Salud Digital (E-health), "no es más que añadir y alargar sufrimiento a una situación que ya estaba solucionada, en mayor o menor medida, según cada caso". Además, afirma que "no puede ser que una persona que ha superado un cáncer se convierta en un ciudadano de segunda".
Aún hay asignaturas pendientes
Además de legislar sobre el derecho al olvido, Baena explica que existe poca atención al bienestar emocional de los supervivientes de cáncer. Por eso cree que, además de establecer una legislación que las proteja frente a entidades financieras, debería aumentarse y alargarse considerablemente la presencia de psicooncólogos durante todo el proceso, de forma intensiva al principio y a más largo plazo.
Baena sostiene que la readaptación y el regreso a la "normalidad" de cada persona no es un proceso sencillo, y muchas veces se sienten desprotegidas y solas demasiado rápido. En ese momento es cuando debería intensificarse el apoyo psicológico, especialmente para los jóvenes y su entorno cercano. Además, señala que la necesidad de atención psicológica suele ser aún mayor después de haber superado la enfermedad, cuando las visitas médicas se vuelven menos frecuentes y los ingresos hospitalarios disminuyen.