SOCIEDAD

El odio a los pobres, aporofobia, aumenta en Cataluña

La aporofobia es un agravante en los delitos de odio

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La aporofobia , la fobia al pobre

Montse Rodríguez

Barcelona - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La catedrática de ética y filosofía política Adela Cortina creó hace veinte años la palabra aporofobia para visibilizar la violencia hacia las personas empobrecidas. En el caso de las personas sin hogar, en España el 47% dice haber sufrido agresiones. Cortina relaciona este rechazo con “un mecanismo disociativo” y tendencias humanas y está convencida de que se puede erradicar.

Desde hace unos años, la Fiscalía provincial de Barcelona está poniendo sobre la mesa la problemática de la aporofobia y recoge los casos que se denuncian en la misma Fiscalía o por las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Cada año aumentan los casos de aporofobia. A nivel estatal, los datos están más dispersos. Los cuerpos de seguridad contemplan la aporofobia como un tipo de delito de odio que puede sufrir una persona, pero la información es muy difícil de cruzar con la que se recoge desde las diferentes fiscalías.

En el caso de las personas sin hogar, la realidad queda lejos de toda esta información que se recoge porque la violencia que sufren es la más invisible.

En el censo de personas sin hogar que desde la fundación Arrels organizaron a principios de junio, el 31,6% de las personas que dormían en la calle y que fueron entrevistadas afirmaban haber sido víctimas de agresiones verbales o físicas, “cada 6 días una persona sin hogar muere en la calle” y “un 20% de estas muertes son por agresión”.

Tendencias humanas que se pueden revertir

El primer paso para visibilizar la violencia hacia las personas sin hogar y el resto de personas empobrecidas es ponerle nombre a esta realidad. Porque “cuando a las cosas no le pones nombre, no existen”, explica Bea Fernández miembro del equipo jurídico de Arrels Fundación.

Cortina creó la palabra aporofobia hace 20 años para poner sobre la mesa esta realidad invisible, ya que, afirma, “no puede haber una sociedad democrática si se está atentando contra las personas y su dignidad”. Ahora vuelve a hablar de esta problemática en el libro Aporofobia, el rechazo al pobre y en una jornada organizada en Barcelona hace unos días por el centro de acogida Assís.

Según Fernández, “hay un mecanismo cerebral en el ser humano, un mecanismo disociativo que pone entre paréntesis todo lo que nos genera incomodidad y lo que no nos gusta”. Lo resume en tres tendencias humanas:

El odio a los pobres, aporofobia, se extiende cada vez más

El odio a los pobres, aporofobia, se extiende cada vez más


Propuestas para erradicar la aporofobia

Estas tendencias que tenemos en el cerebro se pueden potenciar más o menos, desde la visión de la inclusión social y la perspectiva de derechos y para luchar de este modo contra la aporofobia. Pero no se trata sólo de una responsabilidad individual ya que “la aporofobia es en primer lugar responsabilidad de las instituciones”.

Es necesario, por ejemplo, que la aporofobia se incluya en el Código Penal, como agravante en casos de violencia por motivos de pobreza. “Considerarla delito es importante porque el derecho tiene también una función comunicativa y estaría diciendo a la sociedad que este tipo de hechos no se aceptan”, especifica Bea Fernández.

En este sentido, el Senado aprobó una moción el mes de julio que insta al Gobierno español a incluir la aporofobia como agravante en los delitos de odio.

Estas acciones deben ir de la mano de la sensibilización de los poderes públicos, del mundo educativo, los medios de comunicación y de la ciudadanía en general porque “no sirve cambiar las leyes si no modificamos también las costumbres y actitudes” . Y añade otro reto importante: el empoderamiento de las personas sin hogar para que ellas mismas puedan hacer valer sus derechos.

¿Cómo denunciar un delito de aporofobia?

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