VALENCIA BASKET

Hermannsson:" Ojalá pueda volver a Valencia a ganar títulos y acabar el trabajo"

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Martin Hermannsson:" Ojalá pueda volver a Valencia a ganar títulos y acabar el trabajo"

Fermín Rodríguez

Valencia - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

El pasado 2 de enero COPE avanzaba que Martin Hermannsson (Reikiavik, Islandia, 16/9/1994) negociaba con Valencia Basket su salida a Alba Berlín, donde tenía una propuesta de contrato hasta junio de 2026. Ayer, a las siete de la tarde se cerraban ocho largos días de negociaciones para dar un volantazo inesperado a su vida. Desde que su tío Jon Stefansson vistiera de taronja en la 2006/07, siempre quiso jugar en la Fonteta. Cuando en el verano de 2020 llegó la oferta, vio cumplido ese sueño. Ser taronja. Las lesiones y su voluntad de tener más minutos le hacen irse de vuelta a Berlín sin cumplir su otro gran objetivo, ser campeón aquí. No cierra la puerta a poder cumplirlo en el futuro. El base se ha despedido querido y con una gran elegancia.

¿Cómo está? ¿Cómo está viviendo estos momentos? ¿Cómo vive tener que irse a sabiendas de que es feliz en Valencia?

Un poco triste, claro, pero con muchas ganas de volver a la pista, jugar a baloncesto y disfrutar de minutos. La última semana ha sido difícil, esperando que se cerrara todo. Todos me preguntaban, amigos, compañeros... todos los días, como si hubiera algo nuevo. Cosas que yo no puedo controlar, era mi representante y el club, que estaban hablando. Yo estaba esperando como un perro a algo (que le lancen algo). Como cada día venía alguien a preguntarme, yo no tenía nada nuevo que contar. Yo esperaba, pero soy capitán, no quería problemas con nadie, soy un profesional, con contrato, y es mi trabajo venir a la Fonteta, pero la última semana ha sido muy difícil.

La llegada de Pangos ha movido a Hermannsson a buscar minutos en Berlín

La llegada de Pangos ha movido a Hermannsson a buscar minutos en Berlín

¿Con qué se queda de estos casi cuatro años en Valencia?

Para nosotros Valencia es increíble, para un islandés vivir en este clima, con este tiempo, con el calor, todo muy barato, la gente estupenda... nos vamos con mucha pena, mi hijo lleva aquí cuatro de sus cinco años, no conoce otra cosa que no sea vivir en Valencia. Tenemos muchos amigos fuera del baloncesto, la vida para mí es perfecta. Es triste. He estado tres años. El primer año con Jaume Ponsarnau fue difícil, teneíamos un gran equipo. Samy Van Rossom y Guillem Vives eran como los hijos de Jaume, jugaba 13-14 minutos, pero estaba feliz, porque quería jugar aquí. Pero quiero lo mejor para Valencia, es mi equipo favorito de Europa. Toda mi vida soñé con jugar aquí, toda la vida trabajé en Islandia para este momento. El tiempo ha pasado muy rápido y es triste irme sin ganar títulos, es como no haber terminado el trabajo.

¿En qué momento decide que su etapa en Valencia ha terminado?

Antes del partido contra Murcia yo he hablado con Álex Mumbrú y me dice que el club está en el mercado buscando un tirador. Me dice que no le gusta nadie pero que Pangos está libre, que puede jugar de base y escolta, pero que no importa, que yo soy el capitán, que soy importante... pero claro si viene, somos 15, yo necesito ritmo, que el año pasado estuve lesionado... al final el més pasado, Claver y Ojeleye se lesionaron y fichamos a Anderson, y éramos 16. Para mí fue como ¿qué puedo jugar aquí cinco o diez minutos por partido? Yo quiero ser importante, tengo 29 años. Hablé con mi agente y al final tenía seis o siete ofertas. Yo quería seguir en Euroliga y por eso pedí no jugar contra EFES, porque ya no hubiera podido jugar en otro equipo. Me sabe mal no haber podido despedirme de la Fonteta jugando, pero ha habido que esperar. Para mi familia y para mí ha sido lo mejor... ojalá pueda volver algún día en mejor forma y ganar títulos.

¿Está diciendo que le gustaría volver a Valencia para ganar títulos?

Claro, Valencia es mi casa. Yo tengo esta sensación de que me voy y quiero terminar mi trabajo mejor. La vida es una sorpresa, un día aquí y otro día allí, pero vamos a ver. Nunca digas nunca.

¿Entiende el cariño que has generado y lo que ha dolido en redes sociales su marcha?

Yo pienso que si respetas, recoges respeto. Tengo mucho amor por Valencia, por su gente, tengo muchos amigos dentro del equipo. Yo he trabajado cada día para este momento de jugar aquí y siento mucha emoción, mucho calor en mi corazón. Mi móvil ayer estaba en llamas, lleno de mensajes emocionantes. He tenido lágrimas en los ojos leyendo mensajes... Ponsarnau, Peñarroya, Van Rossom, Prepelic, Dubljevic... he visto que a la gente le importo, que no soy un trozo de carne que pasa por aquí y eso es muy bonito.

¿Se va decepcionado con alguien? ¿Siente que no se ha apostado por Martin para liderar a este equipo?

Yo he hablado mucho con Mumbrú y Arbalejo, y al final estamos en la misma página. Yo entiendo que Álex tiene mucha presión para ganar partidos y que Valencia no es un sitio para coger ritmo... aquí hay que ganar cada día, cada partido, se quiere estar en playoff, se quiere ganar la Copa, la Liga... Martin, me dijo, aquí es difícil coger minutos después de tres meses. Yo lo entiendo perfectamente, siento mucho respeto por Mumbrú, Arbalejo, Carbonell... y estoy muy agradecido por la confianza de Juan Roig en mí para poder volver después de la primera lesión. Ahora tengo la oportunidad de Alba que es muy buena, para encontrar a Hermannsson otra vez, para ver que la rodilla está perfecta. Allí hay un entrenador español, es una gran ciudad...

¿Cómo ha sido vivir toda esta tensa espera con tu mujer embarazada?

Ha sido duro, para marzo llegará mi segundo hijo, y no podía irme a Turquía o Grecia, tenía que irme a un país donde el cambio no sea tan grande. Nosotros conocemos Berlín y es el sitio más sencillo para un cambio. El poder firmar un contrato de dos años es seguridad para mi familia y eso me hace también muy feliz. Por la familia y por el baloncesto.

¿Cómo le ha dicho a su hijo que se va de Valencia?

Ha sido complicado, está triste, porque tiene muchos amigos aquí, es muy feliz en Valencia. Es un loco de basket, se conoce todos los jugadores de la Eurloga, incluso mejor que yo, cada partido en la Fonteta espera a los jugadores para chocarles la mano... le he tenido que decir que el pabellón de Berlín es más grande.

Se va Martin Hermannsson después de tres temporadas y media, habiendo jugado 145 partidos de taronja (7´4 puntos, 1'4 rebotes y 3'3 asistencias de media), dejando un gran bagaje más allá de los números. El islandés que ponía canciones de Nino Bravo en el gimnasio, el educado con todo el mundo, el profesional diez, el compañero respetado. Ojalá pueda volver algún día a cumplir el sueño pendiente, ganar de taronja. Quién sabe. De momento, el 1 de febrero le veremos contra Valencia Basket en Berlín.

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