Montero saca sus pasos prohibidos para derretir al Hapoel Tel Aviv y rozar la final (91-82)

Levantar títulos nunca es sencillo. Nunca. Hay que saber sufrir y eso hizo Valencia Basket en el primer partido de la serie al mejor de tres ante el granítico Hapoel Tel aviv de Itoudis, que empezó con un cinco inicial muy físico y haciendo cambios casi automáticos en defensa, algo que atascó de salida a los valencianos para un 0-6 de parcial. El musculoso Motley, en pintura hacia daño y parecía imponer el tono. Un triple de Madar puso el 3-11, pero enseguida hubo una recuperación y mate de Reuvers. Pero en estático era un dolor de muelas, cada ataque. Un gorro, costa a costa y mate de Pradilla dio apretón. 12-15, pero enseguida canasta sencilla de Wainright a asistencia de Motley, leyendo el 2 contra uno. 17 puntos encajados en seis minutos. Muchos. La defensa traería el ritmo ofensivo. Había que encontrarlo y Pedro solicitó minuto. Jovic puso el 14-17 yendo hasta la cocina con la izquierda. Otra de Jovic. Clase. Pero respuesta sencilla. Al final, remando, 20-24, sin triples anotados. Mal menor.

De inicio del segundo, conexión aérea Montero-Reuvers y transición de Jones. 24-24. Y la Fonteta metida. Y el primer triple, castigando un cambio defensivo, de Jones delante de Motley. Primera ventaja. 27-24. Once para Chris. Y que asistencia para Montero bajo el aro. Minuto de Itoudis. Rugiendo la afición. 29-24. La defensa trajo los puntos. Otro escenario, aunque duró poco. Yam Madar, un pitbull, asumió tiros importantes y metió otra vez nervios e imprecisiones. Ayudadas por un arbitraje permisivo con los contactos hebreos. 42-48 al descanso. Un triple de nueve y solo 4 asistencias.

La vuelta de vestuarios tenía que ser con determinación. Porque Hapoel la había demostrado. Montero. Salvaje. Siete puntos y una asistencia. 52-48. Lo malo, su tercera llegó aquí. Poco después llegó la de Motley. Y la cuarta. Clave. 56-51, Jovic para Costello, suave. Como el triple posterior para un más ocho que a estas alturas era un tesoro. 59-51, minuto 26. Pero el partido volvió a espesarse. Hapoel frenó la euforia y el partido. Volvió Montero, con 62-59, para el último balón y cerró un dos más uno tremendo. 65-59. Diez minutos de batalla por delante.

Madar y Montero tienen algo en común. No sufren vértigo. Son peligrosos en estos choques tensos. 69-61. Valencia Basket más suelto, liberado. 74-63. Montero de tres. Chof. 24. Delirio. Foster tiró de casta para sostener a los suyos y Reuvers, con dos canastas, hizo buenos dos regalos de Montero y Jovic. Pero Hapoel era lucha, resiliencia. Mandíbula dura. Hasta que Jones se sacó dos asistencias de la chistera, una a Pradilla y otra a López-Arostegui, de las que pocos ni siquiera se imaginan. 91-77. Menos de dos minutos. Jones y Montero. Qué dupla cuando están sanos y enchufados a ganar.